La santiagueña Mariela Rivero y su esposo Jorge Quiroga tienen una hija de 9 años. Por eso, toda la familia estaba entusiasmada por la llegada del segundo hijo. Mariela tuvo un embarazo normal, hasta que se internó en la clínica del Sindicato de Camioneros de San Justo, provincia de Buenos Aires, donde el recién nacido murió. “Estamos muy doloridos por lo que pasó; queremos justicia para Brian”, afirmó el matrimonio, que no baja los brazos en la lucha, tal como lo publicó ayer Nuevo Diario.
“Queremos que todos los responsables de la muerte de nuestro hijo vayan presos y les quiten la matrícula porque no deberían estar nunca más frente a un paciente”, señalaron a este medio.
Indicaron que la mujer no pudo tener un parto normal y debían realizarle una cesárea de urgencia, aunque “no había anestesista”. “Tras varias horas le hicieron la cesárea; a mi hijo le realizaron reanimación y luego lo llevaron a neonatología, donde estuvo 12 días; nunca nos dijeron que nuestro hijo estaba sin vida, hasta que un neonatólogo nos dijo la verdad”, señaló la pareja, a quien supuestamente le ocultaron que el bebé estaba muerto.
“Solo queremos justicia y que los médicos, enfermeros y el resto del personal no trabajen más”, reiteraron. “Todos nos mintieron y falsificaron la historia clínica del bebé”, afirmaron.
Actualmente, la causa tiene 9 imputados, entre ellos dos obstetras, enfermeros, médicos y directores de la clínica.
