El cuerpo de Wanda Navarro, de 15 años, fue hallado el sábado 25 de agosto en un viejo maizal en la localidad de Villa Yacanto, Córdoba, tras estar desaparecida dos días. Pero el calvario de la joven había empezado seis meses antes de su muerte.
Wanda vivía en el barrio Santa Gema de Jesús María. Iba al colegio Giovanni Bosco de Colonia Caroya, y había empezado a salir con un hombre mayor de edad cuyo nombre no trascendió pero consta en la causa, informó el sitio La Voz.
El hombre en cuestión tendría unos 20 años más que Wanda y abusaba de ella de manera recurrente, incluso sexual, y hasta la obligaba a tener sexo con otros hombres mayores de edad y a consumir drogas y alcohol.
Testigos de la causa afirmaron que la chica había empezado a practicar boxeoen un club local, e incluso los forenses encontraron lesiones en los nudillosconsecuentes con un intento de defensa, pero no le pudo pedir ayuda a su familia porque era amenazada constantemente.
Por el crimen están detenidos Mario Rubén García, de 29 años, Claudio Damián Schmidt, de 38, y Walter Maximiliano Vargas (30), que están alojados en el penal de Bouwer.
García, que fue el primer detenido de la causa, está acusado de ser el autor del femicidio de Wanda.
Los otros dos imputados, que estuvieron ocho días prófugos, habrían sido coautores por lo que el fiscal de Jesús María, Guillermo Monti, acusó a los tres de homicidio calificado por mediar violencia de género.
Hasta el momento varios testigos afirmaron que García, Schmidt y Vargas salieron a las 6 de la mañana del jueves 23 de agosto de un bar cercano al edificio de Tribunales de Jesús María, intoxicados después de una noche de excesos, y que interceptaron a Wanda cuando iba al colegio y la subieron a su auto.
Esa fue la última vez que la vieron con vida. Su cuerpo apareció dos días más tarde, semidesnudo, golpeado y con signos de abuso.
