Ramón Rosa González, candidato a intendente de la ciudad, fue el protagonista durante su gestión al frente de la Municipalidad de episodios escandalosos teñidos por denuncias por corrupción que repercutieron hasta en los medios de tirada nacional. Un ejemplo de ello es el diario La Nación, que el 25 de julio de 2001 especificaba en un artículo en el que abordó “nuevos casos de venta de ATN (Anticipos del Tesoro Nacional) en Santiago del Estero: “La Municipalidad de Loreto es, por estos días, un hervidero. El intendente Ramón Rosa González habría admitido, en una reunión secreta con concejales, que tuvo que pagar el 30 por ciento a funcionarios y legisladores nacionales. El Concejo Deliberante le pidió explicaciones por escrito y generó un revuelo político”.
Lo mencionado por el diario de la familia Mitre se ajusta al clima social que se vivía por aquellos días en la “Capital del Rosquete”. González fue señalado hasta por exfuncionarios de la Comuna por hechos de corrupción y el caso del “retorno” del 30 por ciento por el Anticipo del Tesoro Nacional fue el detonante para la intervención del Concejo Deliberante. Una comisión investigadora procuró llegar a la verdad de los hechos denunciados no sin la férrea oposición del ahora —otra vez— candidato a intendente.
A tal punto de que fue suspendido en sus funciones por el deliberativo y debió ser restituido tras la presentación de un amparo en la Justicia.
A pesar del paso del tiempo, el archivo periodístico es implacable. González fue investigado por el pago de sobornos a “gestores” del Gobierno nacional para la adquisición de Anticipos del Tesoro Nacional. En “el camino” quedaba el 30 por ciento del importe otorgado a los municipios. Y Loreto, según se denunció, no habría sido la excepción.
Consultado por el diario La Nación, el extinto exintendente de la Capital Mario Bonacina fue lapidario en admitir —también en 2001— de la existencia de esa red de “facilitadores”. Así relata el artículo: “El exintendente de Santiago del Estero y actual diputado de la Nación, Mario Bonacina (Movimiento Cívico y Social) se puso incómodo al relatar los detalles de aquella conversación sobre Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que se produjo durante el gobierno menemista y dejó sin terminar la frase, dando por sobreentendido de qué se trataba.
—¿Pagar sobornos?, quiso saber La Nación.
—Claro
—¿Y usted qué le contestó?
—No amigo, no estoy para esto”.
La causa de los sobornos, investigada por el exjuez federal Jorge Urso tuvo en la mira a Roberto Silva Leyes, denunciado por la Oficina Anticorrupción. El exsecretario de provincias admitió que Silva Leyes “de vez en cuando nos daba una mano con la cuestión social”.
Variopinto
Más allá de la denunciada coima por el polémico ATN que el entonces presidente del Deliberante Jorge Thompson insistió en investigar a pesar de la resistencia de “Toto” González, otros casos derivaron en el escándalo. Uno de los más sonados fue el de Pascual Fiad, exsecretario de Gobierno de la Comuna, quien denunció que había sido separado de su cargo por investigar hechos de corrupción que “involucran al intendente González, punteros políticos y funcionarios de la Comuna”.
El “rosario de denuncias” de Fiad fue variopinto. Reparto de vales de combustible a particulares, allegados políticos a “Toto” Gonzalez; personal ajeno al Municipio que trabajaba en las computadoras de la Oficina de Recaudación y fuera de horario de atención al público autorizadas por el compadre del intendente y hasta impunidad para un hombre que faenó un yeguarizo, sin documentación tributaria a quien el mismo “Toto” González ordenó a Fiad “no hacer nada” por ser puntero político.
Y hay más, pero escasean las líneas para abordar, por ejemplo, la venta del terreno sobre el que está emplazado el mercado.
