La cifra asciende a 43 muertos por la caída del puente en Génova. Entre ellos esta Mirko Vinici, el último cuerpo encontrado, que fue esperado día y noche, durante una semana y media, en medio de los escombros por su madre.
Paola es la mamá de Mirko, trabajador de 31 años de la municipalidad genovesa de Amiu. Desde que se enteró de la caída del puente, estuvo allí. Ha permanecido día tras día observando a los equipos de bomberos transportando las pilas de escombros. “No me iré de aquí hasta que lo encuentren”, aseguraba a los medios locales que veían su actitud intacta, cargada de amor y esperanza.
De vez en cuando, Paola detenía a los rescatistas preguntando si alguien había oído algo. La empresa municipal de recogida de basuras y reciclaje en la que trabajaba Mirko, se encuentra justo debajo del puente siniestrado. Bomberos, La Cruz Roja y la misma empresa de basura intentaron convencerla que se marchara a su casa, a descansar y esperar las novedades.
”No puedo creer que realmente haya sucedido”, repetía constantemente a la par de su exmarido y padre de Mirko. El coche en el que viajaban quedó completamente aplastado y sepultado por un gran bloque de cemento, fue encontrado el viernes 17 y junto a él, el cadáver de Mirko. Sepultando toda esperanza, pero cargado a la vez del amor de su madre que lo acompaño hasta el último
