La ciudad de Génova, en Italia, vive el Día de Luto Nacional, atravesando la postal de mayor tristeza y dolor que se recuerde en ese país, ya que miles de personas dieron su último adiós a las 41 personas que murieron en la tragedia ocurrida días atrás, ante el la caída y el desplome del puente Morandi. Hasta ayer, las víctimas oficiales sumaban 38, pero en la noche de ayer, los bomberos encontraron otros tres cuerpos mientras escarbaban entre los escombros.
Sobre estas últimas, el servicio de protección civil italiano informó que las víctimas estaban en un vehículo aplastado bajo un bloque de hormigón. Se trata de una pareja y su hija de 9 años.
El funeral sólo fue para 19 de las víctimas, porque según difundieron medios internacionales, otras veinte familias han rechazado participar en lo que consideran una farsa política. Roberto Battiloro, el padre de uno de los chicos muertos de Torre del Greco, acusa directamente al Estado de homicidio. Otros prefieren despedir a los suyos lejos de los focos. Los familiares claman justicia por la que consideran una tragedia que se podría haber evitado.
