“El precio de la carne no aumentará en los próximos meses, mientras el consumo y las exportaciones se incrementaron 6 por ciento”, habían manifestado semanas atrás desde la cámara que enrola a los frigoríficos.
La noticia le fue comunicada al propio presidente Mauricio Macri durante una reunión en la Casa Rosada, donde el primer mandatario nacional instó a la cadena cárnica a aprovechar la apertura de mercados como China.
Transcurridos los días, en las diversas carnicerías de la ciudad se comenzó a percibir una suba del precio en determinados cortes.
Si bien no son todos ni tampoco los más caros, la diferencia se hace sentir en los de gran consumo, como el caso del asado.
Este fin de semana, muchos clientes se llevaron la “sorpresa” de que los valores habían aumentado entre 5 y 10 pesos.
“Los que somos consumidores más bien habituales nos dimos cuenta porque al comprar varios kilos la diferencia se nota”, manifestó Carlos, quien concurrió a una carnicería para “comprar costilla, aguja, tapa y también algunos cortes de cerdo”. La sorpresa también se dio en el pollo, que pasó a costar entre 60 y 65 pesos el kilo.
