Eduardo Enrique Móttola era el segundo de tres hermanos. Tenía dos hijos, una jovencita de 18 años y un adolescente de 13. Esperaba a su tercer hijo con una tercera pareja.
“Edu” trabajaba en un taller mecánico. No logró terminar la secundaria, pero aprendió el oficio de mecánico. Tenía una gran pasión por los autos y las motos, por lo que se ganaba la vida realizando reparaciones y mantenimientos.
Hace aproximadamente 13 años, la vida de Eduardo dio un giro muy importante. Se despedía de su padre, con un “hasta luego”. El hombre había padecido durante un largo tiempo una enfermedad terminal que le costó la vida.
Ese mismo año, llegó a la vida del mecánico su nuevo mejor amigo: Su hijo. En ese momento, su pareja era Yanina Abregú. Habían mantenido una relación amorosa de varios años y fruto de ese amor nació su primogénito.
La drástica noticia de la muerte de “Edu” golpeó rotundamente a toda la familia, que lo definió como un “excelente ser humano, trabajador y responsable”.
“Eduardo siempre fue un excelente padre. Con sus hijos siempre fue muy apegado y trabajador. Siempre buscó la manera de ayudarlos y que no les faltara nada”, remarcó Yanina.
“No sabemos qué pasó con Eduardo. No entendemos todo esto que pasó. Hoy sé que le sacaron el padre a mi hijo y que no sabemos qué sucedió ni quién podría haber sido el que lo atacó. Pienso en mi hijo, porque él lo esperaba”, remarcó la joven al tiempo que agregó: “Una amiga de la familia me dijo que lo habían baleado. Llegaba a esa hora de trabajar con mi hijo y no quería creer que estaba muerto. No pensaba todo lo que pasó. Pero fue un sobrino mío quien me lo confirmó”.
En referencia a la relación que solía tener Eduardo con los vecinos del taller que alquilaba y sus allegados, Yanina dijo: “Nunca tuvo ningún problema con nadie. Siempre trató de ayudar al que podía. Era una persona muy trabajadora, que siempre quería salir adelante. No se merecía morir así”.
Por otro lado, la mujer dijo: “Queremos saber qué sucedió y que se haga justicia por Eduardo, porque nadie puede quitarle la vida así a una persona. Queremos que se detenga al responsable”.
La Policía secuestró los celulares de la víctima para ser analizados y recabar información sobre los contactos con los que mantenía comunicación constantemente. Además, se receptará testimonio a los allegados de Móttola.
Una testigo de 16 años, quien reside en la zona, vio al sospechoso de ser el autor del crimen del mecánico Eduardo Móttola: “Escuché los disparos y vi a un sujeto que caminaba por la Pedro León Gallo y que luego atravesó la cancha. Se fue hacia el norte”.
