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Policiales TIENE 14 A??OS

Una adolescente contó que fue violada por sus vecinos

La víctima iba a jugar con la hermana de los agresores, quienes hoy tienen 21 y 18 años.

Pasaron cuatro años, pero el calvario continuaba latente. La adolescente de 14 años, domiciliada en el barrio Industria, de la zona oeste de la ciudad Capital, sufría constantemente las consecuencias psicológicas de los ataques sexuales sufridos durante su infancia. Hace pocos días no pudo más y se liberó. Nadie sabía de su sufrimiento, hasta que decidió contarle a otro adolescente, con quien mantiene una relación sentimental. El muchacho la escuchó pacientemente y la contuvo emocionalmente por el incesante llanto durante el crudo relato.

El jovencito no quiso que todo quedara en la nada y el anonimato. Se comunicó con la madre de la menor, quien estaba de viaje por cuestiones comerciales, y le dijo que al regreso iban a hablar. La mujer no quedó tranquila y envió a su casa a su hermana para ver qué es lo que estaba sucediendo. La adolescente se sentó junto a su tía y le contó todo.

La menor dijo que cuando tenía diez años se trasladaba hasta la casa de su amiga, quien tiene un año menos y reside en las inmediaciones. Iba a jugar.

La amiga tiene dos hermanos mayores, quienes actualmente tienen 21 y 18 años. Ellos les decían a las niñas que también querían jugar y apartaban a su vecina, ocasión en la que ambos la violaron. Luego, la amenazaron para que no dijera nada.

La víctima se mantuvo en silencio durante cuatro años, hasta que no soportó más. Encontró contención en su novio y se desahogó.

Tras el regreso del viaje, la madre no quiso repreguntarle sobre lo que había sufrido para no revictimizarla. Solo la abrazó y lloraron juntas. Posteriormente, realizó la denuncia penal y la menor fue examinada por el médico forense.

 

“Yo sabía que algo raro le pasaba a ella”

 

La madre se emociona en el relato ante Nuevo Diario. Llora de impotencia. Se quiere ir del barrio o de la cuadra para no verles la cara a los agresores todos los días, pero su situación económica no le permite. “Siempre le preguntaba a mi hija qué le pasaba, porque a veces la veía triste o rara. Le decía que si no me contaba lo que le ocurría no la podía ayudar, pero siempre me decía que no le pasaba nada”, afirmó la mujer. Tras la denuncia, la familia decidió que la menor se fuera a vivir transitoriamente con su abuela. “Pero no podemos vivir así, separados. Mi hijo menor siempre está preguntando por ella y llora”, reveló. “Si alguien me da una casa, me voy de aquí”, indicó.

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