El mercado de pases de invierno puede marcar un punto de inflexión para Racing de cara al próximo semestre, debido al cortocircuito que desató en la relación entre el entrenador Eduardo Coudet y el manager Diego Milito.
El problema radica en los apellidos para reforzar los puestos que pidió el “Chacho”, hasta ahora negados sistemáticamente por el director deportivo: Ignacio Malcorra, actualmente en Pumas de la UNAM, y Damián Pérez, quien milita en Tijuana.
Así como esos dos nombres para incorporar al lateral izquierdo de la defensa, ante un campeonato con altas y bajas de Alexis Soto, tampoco le fueron concedidos al Chacho los nombres para el otro costado de la línea defensiva: el DT quiere un lateral derecho y aún no ha habido avances.
Lo cierto es que hay una barrera entre los refuerzos que pide el Chacho y los que aconseja y acerca Milito. Si se toma en cuenta el pasado mercado de pases, llegaron cinco apellidos requeridos por el DT (Ricardo Centurion, Leonardo Sigali, Neri Cardozo, Nery Domínguez y Alejandro Donatti) y apenas uno (Gonzalo Piovi) del manager.
Allí, la diferencia es clara: Piovi casi no tuvo participación, mientras que los otros futbolistas jugaron y hasta en varias ocasiones cumplieron con creces. Sin embargo, las diferencias no pasan solo por cuestiones de refuerzos.
Según el periodista de Estudio Fútbol Esteban Edul, las repetidas intromisiones de Milito en el vestuario -sobre todo al final de los partidos- molestan al Coudet.
Con este panorama, Racing tiene en el horizonte el arranque de la Superliga, el fin de semana del 12 de agosto, y los cruces ante River por los octavos de final de la Copa Libertadores, el 9 y el 29 del mismo mes.
