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La Provincia Con una misa en la que valoró el sentimiento de comunidad

El padre Antonio se despidió de la parroquia de Lourdes

El cura mexicano estuvo cinco años realizando su labor pastoral en La Banda.

El padre Antonio Becerra Flores se despidió de “sus amados fieles” de la comunidad parroquial de Lourdes. El sacerdote fue destinado por la Iglesia Católica para continuar su acción pastoral en México, luego de permanecer en su apostolado en Argentina desde 2013.

En diálogo con Nuevo Diario, el padre Antonio reconoció —antes de celebrar su última misa en la parroquia de Lourdes— estar algo triste por su partida de La Banda.

 

“Fue un momento muy lindo y de mucha gratitud por los momentos compartidos durante cinco años”, dijo al comentar los encuentros de despedida que se sucedieron en varias pequeñas comunidades bandeñas.

 

“Ahora, la gente del campo se encuentra más integrada como parroquia”, destacó al valorar algunos de los resultados de su acción pastoral antes de volver a su patria. En tono feliz contó que “algo de esa fraternidad que quiere Dios se dé entre las personas lo hemos logrado, porque cuando hay cercanía entre las personas y hay buen trato la vida es mejor”.

El padre Antonio destacó que “ahora vuelvo a mi Diócesis, la de San Juan de los Lagos, en México”, aunque dijo que no tiene todavía el destino de una parroquia en particular.

 

El padre Antonio partirá esta madrugada desde La Banda con rumbo a Buenos Aires. Previamente, anoche, compartió una celebración del Santísimo en la parroquia donde cultivó el afecto que recibió de cientos de católicos bandeños.

Luego, celebró la misa “con una homilía centrada en la alegría de lo que compartimos”, más que en la tristeza que puede ocasionar una despedida.

“Dios está con cada persona, pero Dios permanece”, dijo durante la misa de anoche, en su tonada que desde hoy extrañarán los bandeños. “Compartiremos esta nostalgia, pero bendito sea Dios por los momentos y la alegría que compartimos. Ojalá que eso quede y permanezca y que lo sigan practicando entre ustedes. Traten de quererse de alguna manera defendiéndose los unos a los otros”. Esas fueron algunas de sus palabras que arrancaron sonrisas y también algunas lágrimas entre los presentes.

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