Los relatos de las mujeres agredidas física y psicológicamente son crudos. Las víctimas desandan violentas vivencias durante muchos años ante las oficiales de la Comisaría Quinta del Menor y la Mujer durante las denuncias penales. En muchos casos, las víctimas llegan a la dependencia policial de la zona sur de la ciudad Capital junto a sus hijos, de corta edad, ya que no quieren dejar a los niños en la casa, donde generalmente queda el agresor. La presencia de los chicos genera inconvenientes, especialmente cuando la mujer tiene que brindar tranquila el relato de los hechos.
Hasta el momento, las oficiales y suboficiales se encargaban de entretener a los niños en otros lugares de la dependencia, hasta que se cumplía con la diligencia legal, no solo para tranquilidad de la madre, sino también para evitar que los chicos revivieran los actos de violencia doméstica o tomaran conocimiento de otros hechos que pudiera afectarlos psicológicamente.
A partir de todo esto, nació la idea de crear una guardería para los hijos de las mujeres golpeadas —la gran mayoría de las denuncias—, a fin de contenerlos emocionalmente con juegos mientras su madre realiza la denuncia.
El personal de la Comisaría Quinta del Menor y la Mujer ideó el proyecto y compró diversos juegos y hasta una cuna para los bebés. Se acondicionó una habitación, la que será inaugurada mañana, durante los festejos por el primer aniversario de la dependencia policial.
