Trabajar más en la disponibilidad adoptiva. Esa es la consigna que se plantean hoy los distintos organismos del Estado para garantizar a los niños, niñas y adolescentes una familia. Sucede que más del 50% de los que residen hoy en instituciones de protección poseen discapacidad, alguna enfermedad o transitan la segunda infancia o adolescencia.
Son más de 70: 50 en el Hogar Eva Perón, desde bebés hasta los 12 años; 9 en el de varones y 16 en el hogar de Mujeres, dos de ellas con sus bebés. La mayoría está en condiciones de ser adoptado, según los procesos judiciales previos que dieron por agotada la posibilidad de que continúen con sus familias biológicas o afectivas.
Llegar a formar una en base a la adopción se complica “cuando se trata de niños transitando la segunda infancia, con alguna situación compleja de salud o discapacidad” porque “los postulantes inscriptos manifiestan su disponibilidad solamente para bebés, niños más pequeños y sanos”, según explicaba la coordinadora del Registro Único de Aspirantes a la Adopción (RUA), Dra. Carolina Agüero.
Un dato no menor es que con frecuencia llegan a los hogares chicos y chicas con retraso madurativo que no obedece a factores neurológicos sino afectivos. Sin embargo, las situaciones de este tipo se revierten. La psicóloga Lic. Soledad Arias comentaba: “vemos cómo con la contención y el amor en el contexto de una familia, eso desaparece”.
Desde la Subsecretaría de Adolescencia Niñez y Familia (Subnaf), su titular, la Lic. Claudia Juárez explicaba al respecto: “uno tiene que tener en cuenta que hay dos cosas que un niño necesita para crecer bien: tiempo de los padres, dedicación (los primeros tiempos son fundamentales en la educación de los niños porque son como ‘esponjitas’, todo lo que les enseñas lo aprenden) y dinero (ese es el porqué de la Asignación Universal, necesitan pañales, leches especiales, controles médicos)”.
Consideró que es necesario “trabajar más en la disponibilidad adoptiva de las parejas” que, en general “buscan bebés sanos”.
Para Agüero “es un paso muy importante que se haya instalado esto de la adopción de niños con discapacidad, de grupos de hermanos, niños más grandes y adolescentes” y “que la gente comience a cambiar la mirada de la adopción. Muchas veces me preguntan: ¿cuánto tiempo voy a tardar en adoptar? y yo les digo, cambiemos la pregunta: ¿cuánto tiempo va a tardar un niño en conseguir una familia?”.
El año pasado se concretó la primera adopción en el país de una nena con síndrome de Down
El proceso llenó de satisfacción a quienes trabajan en el hogar y el Registro Único. El equipo de esta última institución logró captar la posibilidad de adopción en una pareja de postulantes y luego de meses dio a su cargo una nena de seis años con síndrome de Down.
Es la primera vez que ocurre en Argentina y sienta un precedente para continuar impulsando campañasque abogan por mayor disponibilidad. “Hoy son familia, ya está por salir la adopción plena y para nosotros eso ha sido un logro muy importante”, indicaron desde el RUA.
Por qué llegan a los hogares de protección
Los niños, niñas y adolescentes llegan a los hogares cuando sus derechos son vulnerados. En principio, según comentaba la Lic. Claudia Juárez, “la ley de Protección nos obliga a agotar todas las instancias que existen con la familia donde han nacido”.
“Lo primero que hay que hacer es trabajar con los papás, la familia biológica; si vemos que no es posible porque hay una cuestión de salud mental, adicciones, maltrato y no se logra trabajar de manera positiva para que el niño vuelva y no se vulneren derechos, hay que trabajar con la otra familia: parientes o personas cercanas para que no pierda su identidad”, señaló.
“Cuando vemos que todo eso fracasa se inicia todo un proceso de ‘adoptabilidad’, significa que los equipos técnicos hacen informes para mandar al juzgado a un control de legalidad para que el juez diga que ese niño está en condiciones de ser adoptado”, indicó.
Se presentaron 50 proyectos de familias
Desde el año 2012, el Registro Único de Aspirantes a la Adopción otorgó 58 guardas de las 140 que se efectuaron desde 1998 cuando comenzó a funcionar en nuestra provincia. Actualmente están en curso alrededor de 50 “proyectos adoptivos” de postulantes pretensos adoptantes.
“Les llamamos así porque la inscripción en el Registro no implica darle a ninguna persona la seguridad de que se va a concretar la adopción”, aclaraba la Dra. Agüero.
Asimismo, planteó que “hay que empezar a hablar de lo que se entiende por adopción, con ella buscamos familias para niños, niñas y adolescentes y no niños, niñas y adolescentes para parejas o personas que no puedan procrear de manera biológica. Si tenemos en cuenta que esa es la finalidad de la adopción, de buscar familia para ellos, vamos a poder cambiar la mirada”, manifestó.
