Una calificada fuente confió a NUevo Diario la peor de las sospechas: Jésica Coronel estaba embarazada.
La mujer, asesinada ayer a balazos por su expareja, Marco Ingratta, habría estado cursando el cuarto mes, aproximadamente, de gestación.
En otro aspecto del brutal femicidio trascendió que los forenses habrían adelantado al fiscal Gómez que el asesino ya habría estado muerto al momento de recibir un disparo de un hermano de la muchacha.
El novio de Jésica, Lucas Martínez, tiene 26 años. Trabaja en el Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de la Capital, y estaban de novios desde hacía un año y medio.
La familia del joven confirmó también a este medio que estaban esperando una hija, pues la chica tenía un embarazo de cuatro meses y medio
