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Policiales El sospechoso quedó aprehendido

Un hermano policía de la víctima le disparó al agresor

El uniformado, quien presta servicios en la Comisaría del Menor y la Mujer, fue uno de los primeros en llegar al lugar donde ocurrió la tragedia.

Los fuertes estampidos del arma de fuego en la casa de la familia Coronel alertaron a los habitantes del barrio Campo Contreras, quienes llamaron a la Policía. También lo hizo una de las vecinas que auxilió a una de las sobrevivientes de la tragedia. La Sala Central de Comunicaciones de la Jefatura de Policía alertó a todas las unidades y brindó el domicilio.

Los hermanos de Jésica Coronel, Agustín y Abel, son agentes de la fuerza de seguridad y estaban prestando servicio ayer al mediodía. Al escuchar el domicilio lo asociaron inmediatamente con la casa materna. Abel le pidió a su jefe que lo llevara hasta el lugar. El funcionario le retuvo el arma y lo llevó hasta la vivienda.

El otro hermano, Agustín, no habría dicho nada. Se trasladó hasta el sitio, donde vio a su madre ensangrentada. Luego ingresó a la vivienda, donde advirtió la presencia de su hermana sin vida y a su excuñado tirado y baleado en el piso del comedor. En esa circunstancia, el agente le disparó en el tórax con la pistola 9 mm.

Por orden del fiscal coordinador, Dr. Mariano Gómez, y del fiscal natural de la causa, Dr. Martín Silva, el agente Agustín Coronel fue aprehendido. También quedó preso el hermano, Abel, hasta que se realicen las pericias para determinar cómo sucedieron los hechos.

 

No llevó a sus hijas a la escuela

 

Los investigadores sospechan que la masacre podría haber sido planificada con varios días de anticipación por el agresor.

Ingratta retiró a sus dos hijas del domicilio de su expareja para llevarlas al establecimiento escolar, pero terminó trasladándolas hacia su casa. “Se sospecha que todo fue premeditado”, afirmó una fuente ligada con la investigación policial y judicial. En horas del mediodía se presentó en la casa del barrio Campo Contreras viejo con un arma de fuego, la cual aún no se sabe de dónde la sacó.

En este sentido, un familiar develó que el comerciante estaba apesadumbrado en los últimos días, a tal punto que uno de sus parientes dijo que había que hacer algo para que no cometiera “una locura”.

Las niñas por el momento quedaron al cuidado de sus abuelos paternos, hasta que la Justicia decida lo contrario.

 

Era hermano de un basquetbolista

 

Marco, quien era hermano del basquetbolista Bruno Ingratta (actual jugador de Independiente en la Liga Argentina), era conocido como “Panchola”, el nombre que había elegido para la rotisería que tenía en el barrio Siglo XXI. En los últimos tiempos proyectó abrir una sucursal a pocos metros de la casa de su expareja. Algunos afirman que era para estar más cerca de sus hijas, aunque otros sostienen que era para “vigilar” a su expareja sobre con quién se reunía y salía.

“Ella contaba que la perseguía y la vigilaba; no aceptó la separación hace más de un año”, contó una de sus amigas.

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