Pese a que en un principio la Policía dijo que el cuerpo del sereno Marcos René Aguirre había sido hallado sin marcas visibles de heridas de armas, tras una inspección minuciosa del mismo y la posterior autopsia efectuada se determinó que murió como consecuencia de un disparo de arma de fuego.
El proyectil ingresó por el mentón y salió por la cabeza, según confió una calificada fuente a este medio.
Por si fuera poco, parte de sus brazos habían sido comidos por un animal, que según se cree, fue un puma.
La hipótesis principal que se maneja es que Aguirre se metió al monte, quizás a cazar, y se perdió en la espesura del mismo.
En un momento se habría visto acorralado por animales salvajes —y aquí suena otra vez la hipótesis de dichos felinos— y, no hallando salida, se habría suicidado de un certero disparo.
La investigación continúa, y en las próximas horas habrá novedades sobre la muerte del sereno, que conmocionó a la provincia.