El adolescente habló con Clarín y dijo que cuando sale a la calle se burlan de él. Pidió un ADN para confirmar que el bebé es hijo suyo.
"Me hizo un hombre de golpe. Cuando me explicaba las materias, me hacía caricias en la entrepierna, me hablaba al oído. Yo no sabia ni cuidarme (usar preservativo). A esa edad tendría que haber estado jugando a la pelota con mis amigos”. Así habla el adolescente que a los 14 años tuvo un hijo con su maestra particular de 23. Parece adulto. Su tono expresa melancolía y dolor por las etapas que quemó cuando conoció a esta mujer, convivió y fue padre, todo de un tirón, en el mismo año.
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El chico al que solo identificaremos con la letra A, tiene ahora 17 años. En la charla con Clarín confiesa que siente vergüenza de salir a la calle. ¿Cómo estás?, le pregunto.
“Mal”, responde. Y cuenta que no puede salir a la calle en Palmira, una localidad agrícola de 40 mil habitantes a 30 minutos en auto desde la ciudad de Mendoza, donde casi todos se conocen. “Me miran, se ríen, me hacen burlas. No quería que se conociera esta historia”, dice, molesto con la difusión de la sentencia que absolvió de abuso sexual agravado, contemplado por el artículo 120 del Código Penal, a Vanina Alexandra Vélez (26), quien fue su maestra particular en séptimo grado.
(Fuente: Clarín)
