Este jueves, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la Primera Dama de ese país recibieron a los rehenes estadounidenses liberados ayer por el régimen de Kim Jong-un. En la oportunidad, los acompañó el secretario de Estado, Mike Pompeo, que se desplazó hasta Corea del Norte para preparar el encuentro entre el mandatario estadounidense y el presidente de Corea del Norte.
Sobre la decisión tomada por el líder norcoreano, Trump destacó: "Nunca se ha llevado tan lejos, no ha habido una relación como esta”. "Realmente creo que (Kim Jong-un) quiere hacer algo y traer a su país al mundo real", añadió el republicano, que aún no reveló ni el lugar ni la fecha de la cumbre.
Por su parte, los rehenes liberados, al llegar a suelo estadounidense manifestaron su alegría y dibujaron con las manos el símbolo de la victoria. Kim Dong-chul, de 64 años, Kim Sang-duk, de 58, y Kim Hak-song, de 60, todos de origen surcoreano y nacionalizados estadounidenses, fueron trasladados al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, cercano a Washington.
