Tiene 14 años y fabuló una terrible y dramática historia que movilizó a la Policía. Se retiró del colegio, estuvo fuera de su casa por casi 20 horas y, cuando apareció, tenía marcas en el cuello, la cara y los brazos. Aseguró que había sido secuestrada y violada por cuatro sujetos.
Todo comenzó cuando una adolescente se despidió de sus compañeras. Estaba en un colegio ubicado en el casco céntrico. Les dijo que se sentía mal y que se iba a ir a su casa. Estaba en la parada del colectivo, cuando desapareció. Fue en ese momento que comenzó la insólita historia que habría vivido. Según relató la menor residente en la Capital, dos sujetos que se movilizaban en un auto se acercaron, la obligaron a ascender al rodado y posteriormente le exigieron que se agachara para que no fuera observada por policías.
Los desconocidos, según lo que habría divisado la menor en el viaje, atravesaron el puente Carretero y llegaron a una vivienda que está ubicada en cercanías de una zona montuosa. En el inmueble había otras dos personas que la estaban esperando. Entre los cuatro sujetos, según sus dichos, la habrían mantenido cautiva por el lapso de 20 horas. La violaron y luego la dejaron abandonada en cercanías de la Catedral Basílica, en pleno centro de la Capital.
La menor llamó a su hermano y le contó la increíble historia que habría vivido. De inmediato, su familia alertó a la Policía. Fue trasladada a sede de la Comisaría Primera. El médico de Sanidad Policial examinó a la víctima y constató que presentaba signos de haber mantenido relaciones sexuales y marcas en el cuello, los brazos y el rostro, que habrían sido dejadas por los agresores.
El personal de la División Trata de Personas estaba entrevistándose con la menor, cuando se presentó su padre. El hombre aseguró: “No le crean nada, es todo una mentira”. Los efectivos siguieron preguntando, hasta que la menor se quebró y reveló la verdad: Había estado con su novio.
