Presentamos en el Congreso de la Nación un proyecto para regular la gestación por sustitución y dar así oportunidades a quienes quieren tener hijos y por diferentes motivos, no pueden hacerlo. En la gestación por sustitución, la gestante lleva adelante un embarazo para otra persona o pareja denominada comitente, de manera que el nacido tenga vínculos de filiación con este último y ninguno con la gestante. Varias son las razones que justifican regular esta práctica. Veamos alguna de ellas.
En primer lugar, llenar un vacío legal ante una realidad insoslayable: se trata de una práctica que se realiza en nuestro país desde hace años. De hecho, su regulación se contemplaba en el anteproyecto de Código Civil y Comercial pero finalmente fue eliminada del mismo. Esta ausencia legal provocó una creación jurisprudencial cada vez más frondosa y librada a la discrecionalidad judicial. No se les puede hacer vivir a las familias que pasan por esta situación inseguridades e incertidumbre sobre su futuro, dependiendo del criterio del magistrado que juzgue su caso. Por eso necesitamos una norma que otorgue seguridad jurídica al procedimiento y a todas las personas que en él intervienen, garantizando el pleno ejercicio de sus derechos. Además, buscamos solucionar eventuales conflictos que la práctica plantee, al exigir un proceso judicial previo en el que debe intervenir un equipo multidisciplinario conformado por varios especialistas, favoreciendo de esta forma el abordaje completo y complementario.
Asimismo, los principios de libertad, igualdad y no discriminación exigen la autorización de la práctica, para que todas las personas puedan hacer efectivo el derecho humano a formar una familia. La falta de regulación genera discriminación para quienes no pueden gestar. Para estas personas, la gestación por sustitución representa la única opción de tener un hijo genéticamente propio. En ocasiones y ante la falta de garantías legales se ven obligados a buscar soluciones en el extranjero fomentándose de ese modo el turismo reproductivo.
Finalmente, la regulación de la gestación por sustitución es la opción que mejor salvaguardar los derechos de quienes recurren a esta técnica y garantiza el interés superior del niño. Por esta razón, proponemos un marco legal que permita regular, controlar y establecer criterios para poder llevarla a cabo atendiendo a los intereses de todas las partes involucradas: la gestante, la o las personas comitentes y fundamentalmente el niño o niña por nacer, que en la actualidad se encuentra inmerso en una incertidumbre jurídica respecto de su identidad.
Es claro que frente al panorama actual y tratándose de una práctica que se realiza en la Argentina desde hace años, es deber del legislador dar un marco jurídico para que todas las personas puedan ejercer su derecho humano a fundar una familia, brindando seguridad jurídica y garantizando los derechos de todos los actores involucrados. Esperamos contar con el apoyo necesario para que así sea.
(*) Senador nacional UCR- Mendoza.
