Argumentando la acefalía y la falta de resultados de la entidad que agrupa a diferentes naciones de Latinoamérica, el Gobierno argentino, junto a otros cinco países que acompañaron la medida, decidió suspender por tiempo indefinido su participación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Después de varios intentos por reflotar el bloque regional, la salida de los seis países, que reclamaron que Venezuela y Bolivia bloquearon su funcionamiento, representa un duro golpe para el organismo. Es que además de no participar de las reuniones, el alejamiento significa el fin del financiamiento.
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La medida tomada por Argentina fue acompañada por Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú. En una carta enviada al canciller de Bolivia -que ocupa la presidencia pro tempore del bloque-, los ministros de Relaciones Exteriores de los seis países, entre ellos el canciller Jorge Faurie, dijeron que dejarían de participar en las actividades de la Unasur y que la decisión "responde a la urgente necesidad de resolver la situación de acefalía de la organización".
