Tras la trágica noticia sobre la avioneta que era pilotada por un santiagueño en la localidad de Los Naranjos en Burruyacu (Tucumán), ayer se iniciaron las pericias de rigor y la recopilación de información valiosa para la investigación, sobre los pormenores del accidente aéreo que se cobró la vida de cuatro personas.
La causa caratulada como accidente del avión Beechcraft, matrícula N6926Z, poco después de las 11.30 del martes, fue localizada en una zona rural de Tucumán, a unos 27 kilómetros de la ciudad de San Miguel.
De inmediato, el personal de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac) se interiorizó sobre los pormenores del siniestro, donde murieron el piloto santiagueño Miguel Urtubey Formini, junto a los hermanos Álvaro y José Calliera y a Javier Zagaglia (tucumanos), se dirigió hasta la localidad de Los Naranjos, en el departamento Burruyacu, donde iniciaron las pericias de rigor.
Según se conoció, los peritos en primera instancia realizaron un sobrevuelo del escenario del trágico suceso, donde se efectuaron tomas fotográficas.
Mientras que en transcurso de la mañana, por disposición del titular del Juzgado Federal Nº 1 de Tucumán, Secretaría 2, a cargo de la Dra. Marcela Cabrera, el equipo forense se dirigió vía terrestre hasta donde se encontraba la avioneta estrellada.
Se llevó a cabo un peritaje en las partes de la aeronave y se tomaron fotografías para —posteriormente— realizar el levantamiento de evidencias que puedan ser analizables para determinar fehacientemente las causas del accidente.
Cabe destacar que los investigadores no descartan la posibilidad de que el principal motivo de la tragedia haya sido la poca visibilidad que tuvo el piloto santiagueño, al momento que pilotaba la avioneta en el interior de la zona rural de Tucumán.
