Era el partido para que Independiente ratificara su postura de pelearle el campeonato a Boca. Su buen presente futbolístico y las dos victorias al hilo que registraba en condición de local lo ponían como favorito ante Atlético Tucumán, que llegaba a Avellaneda entonado tras haber estado a minutos de darle un golpe de KO al puntero. Daba la sensación de que ese entusiasmo no iba a alcanzarle para vencer al Rojo en su casa, sin embargo los tucumanos rompieron todos los pronósticos y se hicieron de un triunfazo en terreno ajeno por 2 a 0.
Guillermo Acosta marcó los goles que le dieron la victoria al conjunto que dirige técnicamente el Ruso Zielinski, que lejos de achicarse fue al Libertadores de América a jugarle de igual a igual a Independiente. Es cierto que Batalla fue fundamental para que el arco de Atlético se mantuviera invicto y también que la lesión de Meza, clave para el Rojo, lo terminó favoreciendo, aunque nada puede tapar lo hecho de mitad de cancha hacia adelante, donde se destacó -y mucho- Javier Toledo, fundamental pese a que se le haya negado el gol.
