Margarita Barrientos pasó ayer de estar orgullosa a la decepción. Era la presentación del restaurante que armó en Los Piletones, en un viejo vagón de madera del subte A que le había donado el gobierno porteño. Aunque había pensado en todos los detalles, el acto se frustró y casi termina en un siniestro cuando la tarima de madera que habían armado se desplomó y los funcionarios nacionales y porteños presentes terminaron en el piso.
“Estoy con mucha bronca, hicieron un mal trabajo”, declaró Barrientos sobre lo ocurrido y contó: “Habíamos contratado una empresa para que quedara bien bonito, se rompió la parte de adelante y se vino abajo. Gracias a Dios no pasó nada, fue con suerte.”
No hubo heridos, pero sí varios que se llevaron un buen revolcón, entre ellos el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que terminó en el suelo junto a una palmera que habían puesto en la tarima como parte de la decoración. Frigerio es padrino de la Fundación que dirige Barrientos y estaba con el ministro de Desarrollo Urbano porteño Franco Moccia y el presidente de Subterráneos de Buenos Aires Eduardo De Montmollin.
