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Opinión Caso Chocobar en la Justicia

Era lógico que se ratificara el procesamiento

Por Aníbal Fernández

 

Sobre el caso Chocobar sostuve: “Visto la legislación vigente y que después de dos años y pico este Gobierno no modificó y con la cual se rigen las acciones de la fuerza de seguridad, determina que el accionar del agente Luis Chocobar es ilícito a todas luces, lo que lleva a descartar que le asista alguna justificación o un error de prohibición invencible que diluya su culpabilidad y, además, permite tener por verificado el conocimiento y la voluntad de realizar el hecho. Pero supongamos que el relato del policía fuese cierto (ya desmentido de plano por el video de conocimiento público): está claro que la respuesta no guardó proporcionalidad, por lo cual, la situación debió haber sido resuelta de otra manera”.

 

 

En ese sentido, el fallo de la Cámara Penal sostuvo: “En esto debemos ser absolutamente prudentes y claros: un policía tiene un deber de actuar y hacer cesar los efectos del delito, evitando que se ponga en riesgo su vida o la de terceros, pero no puede apartarse de los límites que la ley fija. Indudablemente no lo impulsa el dolo propio de quien desde un inicio se ha propuesto consumar un delito ya que, como adelantamos, eso no daría lugar a discusión alguna en el plano que nos ocupa. Pero sus excesos no lo eximen de incurrir en responsabilidad penal si, aun con otro propósito aceptado, no guarda razonabilidad en el medio al que debió recurrir”.

 

 

Hay dudas sobre lo ocurrido. Sí. El video que exhibieron los medios, lo muestra disparándole a un hombre que se encontraba de espaldas y en actitud de fuga que, al momento de ser alcanzado por el proyectil, no implicaba riesgo para nadie.

Patricia Bullrich salió en defensa del policía de Avellaneda, Chocobar, aduciendo que había actuado de acuerdo con “manuales y protocolos” elaborados por el Ministerio de Seguridad a su cargo, que, dicho sea de paso, no son vinculantes para las policías de provincias.

 

 

Sin embargo, Chequeado, organización dedicada a la verificación del discurso que dirige Laura Zommer, esposa de Nicolás Ducoté, intendente del PRO de Pilar, corroboró: “En ningún caso el protocolo mencionado por la ministra de Seguridad sugiere el uso de armas de fuego como medida ante una agresión con un cuchillo. Además, pese a que Bullrich citó este procedimiento, el instructivo aplica solo para casos en los que el policía es agredido, hecho que no sucedió el día que el agente le disparó a Juan Pablo Kukoc”.

“Vamos a cuidar a los que nos cuidan”, enfatizó la ministra en conferencia de prensa, y volvió sobre la idea de que están “cambiando esta doctrina de que el policía siempre era culpable” y que el hecho de que recurra al uso de armas de fuego quede a criterio del policía.

 

 

Lógico, no puede obviarse la necesidad de valorar si el agente cuenta con algún medio menos extremo que el disparo letal de su arma de fuego. Esa exigencia deriva del principio de razonabilidad condensado en el artículo 28 de la Constitución Nacional. Queda claro que, a partir de lo mencionado, la razonabilidad (no arbitrario) es una regla sustancial. Es “el principio o la garantía del debido proceso sustantivo” y tiene como finalidad preservar el valor justicia en el contenido de todo acto de poder, lo que implica, entre otras cuestiones, que los agentes policiales no se encuentran autorizados a blandir un arma de fuego en dirección hacia un delincuente infraganti. Por ello, el disparo letal no tiene justificación en el derecho cuando se efectúa por atrás respecto de otro individuo que emprende la fuga.

 

 

Para concluir, cito un párrafo del juez Petracchi en el caso AFM v/ Nación Argentina respecto del principio de inocencia: “Nuestra Constitución Nacional sostiene que todo habitante debe ser considerado y tratado como inocente de los delitos que se le reprochan, hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme.

Fui por cinco años responsable de las fuerzas federales de seguridad, lo que me llena de orgullo. Trabajé denodadamente por la dignidad de los hombres y las mujeres que velan todos los días para defender la vida, la libertad y los bienes de los otros, pero no pienso perder de vista la responsabilidad por el cumplimiento de los preceptos definidos en nuestra Constitución Nacional.

En cuanto a los dichos y los gestos del presidente exhibiendo una teórica dureza para buscar algún beneficio ante un hecho desgraciado, me genera un poco de asquito.

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