La Fundación José María Cantos viene realizando diferentes actividades y proyectos de vinculación con otras instituciones y centros de atención a niños y personas en situación de riesgo, como merenderos, comedores y UPA.
A partir de esto, se juega un papel más estratégico dentro de los barrios de la ciudad, posibilitando mayor proximidad con los vecinos a través de un trabajo territorial en conjunto.
“Por ello consideramos necesario establecer lazos sólidos con instituciones que apunten a nuestro principio esencial, que es colaborar con los que más necesitan, tanto en ámbitos de la salud, como de necesidades económicas, educacionales y de contención social y psicológica”, destacó Ramiro Llanos Paz, coordinador de dicha ONG.
Además, agregó: “Así surge el proyecto de trabajar con el hogar de niños de la provincia, que contiene a niños que han sido víctimas de diferentes problemáticas —estructurales y coyunturales— y que se encuentran excluidos de diferentes espacios. Nosotros queremos acercar esos espacios, colaborando con el ejercicio de los derechos del niño”.
Cabe destacar que todas las actividades propuestas están destinadas al período no lectivo, cuando se reducen considerablemente las actividades de los niños.
En esta oportunidad, los chicos trabajaron en un taller de karaoke, en donde a través de la música se estimula a crear e innovar.
A su turno, María Luna Llarull, quien dictó el taller, expresó: “La importancia de este taller es lo que se genera en los niños. Ellos se pudieron divertir y aprendieron a hacer ejercicios vocales. Con la música se puede ser más creativo”.
Finalmente, destacó que “con este taller se los puede incluir más en la sociedad, porque de alguna forma nosotros como sociedad vamos aportando al desarrollo de estos niños”, concluyó.
