La consigna es tan curiosa como atractiva: visitar el viejo vagón de subte que Margarita Barrientos convertirá, en pocos días, en un buffet abierto a todo público. Según se anticipa, el flamante restó generará empleo sostenible y la posibilidad de visibilizar aún más a la Fundación que lleva su nombre y brinda desde la alimentación diaria hasta atención médica y escolaridad a cientos de vecinos.
"Nosotros pedimos el vagón a través de notas y la ciudad lo donó. Allí prepararemos comidas para turistas y se enseñará a cocinar. Algunos chefs profesionales ya se han ofrecido para venir a dar clases. La idea es que tenga una utilidad para el barrio y que sea un emprendimiento sustentable para la misma gente que trabajará ahí", adelantó la dirigente social Margarita Barrientos muy emocionada.