Un ciudadano boliviano —con domicilio en Buenos Aires— fue detenido en horas del mediodía de ayer por personal de Gendarmería Nacional, al detectarse que en la camioneta que circulaba —por la Ruta Nacional 34— transportaba 55 kilos de cocaína distribuidos en 52 ladrillos compactados, según indicaron las fuentes consultadas.
El procedimiento tuvo lugar en dicha ruta y a la altura de la ciudad de Pozo Hondo, departamento Jiménez, donde los gendarmes hicieron detener la marcha de una camioneta que provenía del norte, a cuyo conductor requirieron la documentación del vehículo.
Los efectivos notaron cierto nerviosismo en el sujeto, lo que los hizo sospechar que podía estar transportando drogas, por lo que de inmediato solicitaron al juez federal de Santiago del Estero, doctor Guillermo Molinari, la autorización para trasladar al vehículo y conductor hasta dependencias de la fuerza para un mejor control.
Perros detectan la droga
El magistrado autorizó tal procedimiento, por lo que con colaboración de perros adiestrados los gendarmes requisaron exhaustivamente la camioneta. Lo que en principio fue una sospecha terminó en una realidad, ya que los canes detectaron que en distintos compartimentos del rodado había ladrillos compactados, que al ser sometidos a la prueba de campo (narcotest) dieron positivo a la presencia de cocaína. Del pesaje surgió que había 55 kilos de dicho estupefaciente. El juez federal imputó al sujeto el delito de transporte de estupefacientes y lo indagará en las próximas horas, se indicó.
