Ricardo Barboza (25 años) y su pareja, Hilda Hoyos (18), habían decidido salir a cazar para atrapar algún animal que les sirviera de alimentación. La pareja dejó su hijo al cuidado de familiares y ascendieron a la motocicleta en la que iniciaron el viaje desde su casa del barrio Loro Pozo, de Pozo Hondo, departamento Jiménez.
Eran las 8.30 de ayer. Realizaron alrededor de 20 kilómetros hacia el sur, hasta llegar a una zona conocida como Estancia Don Emilio, ubicaba en la localidad de Abra Grande, departamento Banda. Se trata de una zona montuosa casi impenetrable en algunos sectores y era conocida por Barboza, tal como llamaban al joven sus familiares y amigos. Un lugar boscoso donde hay variedad de animales, entre ellos guasunchas (cabra del monte) y vizcachas, y que podrían servir para la alimentación.
Sin embargo, la tragedia se interpuso en el camino. La pareja decidió cazar en uno de los sectores. El muchacho frenó la motocicleta y descendió su pareja. Cuando “Riky” estaba por descender, accidentalmente accionó el rifle, calibre 22 milímetros, la bala impactó en la tetilla izquierda, a la altura del corazón. Barboza cayó al piso junto a la moto, ante la desesperación de su pareja.
En medio de una crisis de nervios, la joven buscó señal con su celular y llamó al 101. La llamada fue recibida en la guardia de la Comisaría 26ª de Pozo Hondo. Los policías se trasladaron al lugar con personal médico, que comprobó que Barboza se encontraba sin vida. La muerte fue casi instantánea. La pareja de la víctima fatal sufrió un shock traumático y no supo precisar, en ese momento, cómo sucedieron los hechos.
La tragedia generó la presencia del fiscal de Banda y Robles, Dr. Juan Allende, quien ordenó que el cuerpo fuera sometido a una autopsia.
Finalmente, de acuerdo con las primeras pericias y los dichos de la mujer, se determinó que el joven se había disparado accidentalmente, con tanta mala fortuna que la bala impactó a la altura del corazón y la muerte fue en el acto.