Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Especiales Opinion

MATERIALIZANDO UN DISPARATE AL PAPEL

Plasmó una de las historias más contadas en la niñez, con una enorme dosis de fantasía y sensibilidad, que perdura en la actualidad.

Charles Lutwidge Dodgson, mayormente conocido por su seudónimo Lewis Carroll, nació un 27 de enero de 1832 en Daresbury, Cheshire (Inglaterra). Fue un diácono anglicano, lógico, matemático, fotógrafo y escritor británico. Fue autor del aclamado libro “Alicia en el país de las maravillas” y sus posteriores secuelas, que hasta la actualidad son llevadas a la pantalla grande y a muchos escenarios importantes en todo el mundo.

Las aventuras subterráneas de Alicia

Hay historias que comienzan como un juego, como algo que cuentas para pasar un momento agradable y entretener a los niños y de tanto que sueñas, puede transformarse en un gran proyecto. Algo así sucedió con la obra de este culmine autor de cuentos que como forma de distender a tres pequeñas, creo un imperio de maravillas.

Este proceso tuvo tres etapas. Todo comenzó en el año 1862, un 4 de julio, mientras navegaban por el rio Támesis, surgió la primera ilusión.

En el barco viajaban Charles L.Dogson, el reverendo Robinson Duckwort y las tres hermanas Liddell, Lorina Charlotte, Alice y Edith de trece, diez y ocho años. El viaje era de unos ocho kilómetros desde el Puente Folly, Oxford Inglaterra hasta Godstow.

Luego de pasar un tiempo prudencial en el agua, la compañía se tornó un poco aburrida. Las niñas como toda persona de su edad en esa época, pidieron al profesor que les relatara alguna historia increíble. Él sentía un gran cariño por Alice así que en el resto de la travesía se limitó a dejar fluir desde su interior la más disparatada idea y materializándola a lo largo de su discurso.

La segunda fase comenzó cuando Dodgson decidió recrear aquellos relatos y escribir una historia con ellos. Esta decisión se tomó tras la insistencia de las niñas, especialmente Alice, quienes habían quedado entusiasmadas por la historia.

Según una carta enviada a Duckworth, pasó la noche en vela, dedicado a recordar la extravagante historia que había relatado a las niñas en el río. Sin embargo, Dodgson no comenzó la escritura inmediatamente. Según lo que puede leerse en su diario, fue cuatro meses después, el 13 de noviembre del mismo año, cuando Charles comenzó a escribir el manuscrito de “Las aventuras subterráneas de Alicia”. Terminó de escribirlo en febrero de 1863, y en seguida procedió a dibujar las ilustraciones, las cuales terminó en septiembre de 1864. Como detalle final, el autor incluyó un retrato ovalado de Alice Liddell en la última página. La joven recibió el manuscrito terminado e ilustrado por el autor, en noviembre de ese año.

La última etapa fue netamente el desarrollo de un producto literario. George MacDonal y su esposa manifestaron al escritor en deseo ferviente de ver el manuscrito publicado. La propuesta le cayó muy bien a Lewis, quien comenzó a modificar el manuscrito. Añadió dos capítulos y extendió otros dos.

Busco un erudito en la ilustración para que le diera vida visual a la obra. Luego mediante sugerencias cambio el nombre por “Alicia en el país de las maravillas” y el impacto del mismo creció y se mantuvo con los años.

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso