A poco de cumplir el medio siglo, se apagó —víctima de una enfermedad terminal que había comprometido sus pulmones— la vida de uno de los genios musicales que ha dado esta “Ciudad de la Amistad”, Ricardo Daniel Guzmán. El “Dani” o “Perico”, como era conocido.
Frecuentaba el ambiente musical desde muy pequeño junto a su hermano Sergio Daniel, otro eximio artista, recorriendo las calles de su Villa Paulina natal rumbo o viniendo de la Escuela Normal haciendo sonar sus flautas, en improvisado contrapunto.
La —por ese entonces— recientemente creada escuela Banda de Música municipal, a cargo del recordado profesor Clemente Tenreyro, lo tuvo como su alumno y como disparador que lo uniría a la música hasta las últimas horas de su vida. Virtuoso en el teclado, en los vientos, en los bombos y en la criolla, ninguno le era ajeno, como así también sus dotes extraordinarias para componer, arreglar y producir. Esto fue advertido por músicos como Mario Álvarez Quiroga, a quien acompañó durante varios años; Pablo Lozano, músico del norte cordobés o el catamarqueño Emilio Morales, quienes disfrutaron de su profesionalismo musical. Hasta se dio el lujo de componer un gato, “La negra” junto a Néstor Garnica.
También desde joven, sus ganas de crear se plasmaron en la conformación de varios conjuntos musicales como el caso de “Turay”, allá por inicios de los 90, junto a Héctor Blasco, Omar Alarcón y Fernando Arévalo, entre otros, coros, músico de sesión de distintos artistas locales, etc.
El último lustro lo tuvo radicado en Catamarca, en la ciudad de Recreo, a unos 70 km de Frías, en donde asesoraba al área de Cultura de dicha Comuna y fue el fundador de la Escuela de Artes N° 1. Cabe destacar que había sido recientemente galardonado por la Cámara de Senadores de la Provincia de Catamarca por ser el creador de la canción homenaje a la Bandera recreína.
Durante la mañana del jueves fue velado en Recreo y, por la tarde, trasladado a Frías, donde fue sepultado.
