Una adolescente de 13 años, puso en vilo a su familia y a la Policía, luego de que tomara la determinación de “desaparecer” de su casa. Como estaba vestida y sin decir adiós, se fue del hogar y al ser encontrada por los uniformados, se negó a volver a su vivienda por supuestos maltratos.
Las averiguaciones se iniciaron cuando un vecino de 32 años, residente en el barrio Juan Felipe Ibarra, se presentó en la Comisaría Primera del Menor y la Mujer, cerca de la 1.35 de ayer, y denunció que su hija menor había abandonado la casa que compartía junto a su madre en el barrio Rivadavia.
De acuerdo con lo manifestado por el hombre, quien indicó que era el progenitor de la menor y expareja de la madre, la adolescente habría abandonado su vivienda en horas de la noche del día anterior y no habría regresado ni dado señales de vida hasta ese momento.
Los efectivos de la Comisaría Cuarta, realizaban un recorrido en su jurisdicción cuando divisaron a la menor. Ante la presencia policial intentó huir. Fue interceptada y al ser identificada indicó que se había fugado de su casa.
De inmediato, por disposición de la fiscal de turno, Dra. Aída Farrán Serlé, se ordenó que se diera intervención al personal de la Comisaría Quinta del Menor y la Mujer, por lo que la menor fue trasladada a sede policial.
La menor reveló que su madre la sometía a graves malos tratos. “No quiero vivir con mi madre, porque me pega”, habría contado.
