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La Provincia La publicación de un libro de la ciudad, ubicada sobre la Ruta Nacional 34, promete ser un acontecimiento cultural y social de gran magnitud

Colonia Dora tendrá su propia historia escrita

El docente Miguel Pajón describió su proyecto, en el que viene trabajando desde hace una década. Trabajo, constancia, expectativas e ilusiones tras la tarea.

“Yo soy un docente que desarrollo mis actividades en el Centro Experimental Nº 2 Florentino Ameghino de la ciudad de Añatuya, pero resido en Colonia Dora, ciudad a la que siento mía y sobre la cual siempre me interesó su historia y sus cambios sociales”, contó Miguel Pajón a Nuevo Diario, en una extensa charla, en la que anticipó la próxima edición de un libro de su autoría sobre la historia de la ciudad que lo cobija.

 

Antecedentes

Pajón recuerda que “en el año 2012, bajo la dirección del profesor Alberto Tasso, junto a otros excelentes profesionales, redactamos un trabajo que comprende una propuesta territorial de empleo, que fue entregado al Ministerio de Trabajo de la Nación, en el cual mi aporte es un breve resumen de la historia de la ciudad, que fue la primera colonia agrícola de la provincia y en la cual desarrollaron sus quehaceres nada más y nada menos que 18 colectividades”.

“La idea de escribir un libro sobre la historia de Colonia Dora, surge hace ya casi diez años, cuando escribí un artículo sobre El Bracho, que es un asentamiento muy antiguo y que fuera publicado por Nuevo Diario, aproximadamente en el año 2015”, rememora Pajón.

En su incursión por el discurso histórico santiagueño, el docente cuenta entre sus inquietudes que, por ejemplo, “el paraje El Bracho guarda en sus entrañas reliquias arqueológicas que jamás fueron investigadas en profundidad y, según mi modesta opinión, es uno de los lugares que tiene un inmenso valor histórico y cuyos habitantes, alrededor de 1.900, tras una gran inundación, fueron dándole forma con el aporte de sus hijos a los pueblos cercanos que comenzaban a surgir a la vera del ferrocarril que comenzaba a surcar esta parte del departamento Avellaneda”

 

 

A manera de anticipo de lo que se leerá en las páginas de su libro, Pajón describe que, también por la época de 1900, Antonio López Agrello, un portugués, compra los terrenos en los que hoy se asienta la ciudad y a partir de allí surgen numerosas instituciones que le fueron dando vida a una ciudad que tuvo su momento de esplendor agropecuario y que hoy transita otros caminos de progreso y con una característica propia”. Esto es lo que intentará mostrar Pajón “desde la óptica de una persona que es heredera de los sueños y esperanzas de esta comunidad, por vivir y tener a mis hijos y nieto en este pueblo y a la vez entregar a mi pueblo un trabajo que al quedar plasmado en papel pueda servir, no como guía absoluta, sino como material de discusión y revisión sobre lo que se expone”.

El libro sobre la historia de Colonia Dora estará terminado hacia fines del primer semestre de 2018. Su autor estima que “muchos de los relatos también contienen un profundo agradecimiento a docentes y otras personas de la ciudad que desde hace muchos años se preocuparon y bucearon en su historia, dejando aportes que me han permitido tomar y en algunos casos disentir de esos puntos de vista, pero con el único objetivo de atesorar esos aportes y plasmarlos en papel”.

 

Anticipos de “Dora”

“Menciono en un capítulo aparte a la comunidad judía, que tras su llegada en 1910 le dio a la ciudad una impronta que aún se manifiesta, muchas veces sin ser percibida, en nuestras propias costumbres y tradiciones, ya que fueron sus aportes como comunidad tan importantes al punto de ser el primer lugar en contar con una escuela trilingüe, ya en el año 1912, donde se impartía clases en idish, español y quichua, mostrando una singular integración”, dice Pajón al valorar esa impronta del pueblo. Y agregó que “en nuestra ciudad se encuentra el cementerio judío que durante décadas fue el único de la provincia, lo que muestra a las claras la influencia de esta colectividad en nuestra formación como pueblo organizado”. El docente añatuyense cobijado en Colonia Dora advierte que “factores económicos a veces condicionan la publicación, pero ya tengo el compromiso de algunos interesados en este trabajo de que brindarían el apoyo necesario”. Finalmente, Pajón contó que su objetivo es que “instituciones educativas y culturales de la ciudad tengan una visión local de nuestra propia historia. Es común que nuestros jóvenes desconozcan nuestro propio pasado como comunidad. Y es peligroso no tener cimientos para construir nuestro futuro”, resaltó el docente con el rostro ilusionado.

 

Entre “El Chalet” y los “relatos prohibidos”

 

“El libro sobre Colonia Dora tratará de hacer una introducción general sobre la historia de la ciudad y también un recorrido por algunas de sus instituciones o edificios emblemáticos, como por ejemplo el lugar conocido como ‘El Chalet’, que fuera la residencia del fundador y que guarda relatos ‘prohibidos’, que son conocidos por muchos de los antiguos pobladores, pero que durante décadas permanecieron ocultos por distintos motivos”, anticipó Pajón.

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