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El Mundo Crueldad

Los dos factores que podrían haber evitado el hundimiento del Titanic

Se trata de datos que se dieron a conocer en los últimos días y que resultaban vital en el trágico viaje inaugural que terminó con la vida de unas 1500 personas. Fueron investigados por un escritor español.

Agrandar imagen Foto: El Meme
Foto: El Meme

La historia movilizó al mundo con la exitosa producción del director James Cameron que inmortalizó el amor entre Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) y Rose DeWitt Bukater (Kate Winslet) y reavivió a toda una generación lo que ocurrió la noche del 14 y 15 de abril de 1912.

 

 

 

 

 

Detrás de la historia de amor, se encontraba el dolor, la tragedia y la desesperación, de los cuales se dieron a conocer datos que revelan que el accidente sufrido por el Titanic podría haber tenido un final feliz. El film del cineasta norteamericana muestra en parte la negligencia de los responsables del buque y también la condición humana luego del impacto contra el iceberg y que el agua comenzara a hundir al transatlántico. 

 

 

 

 

 

Tal como da a conocer un medio internacional, de acuerdo a algunos relatos extraídos sobre diversas obras que intentaron ilustrar lo sucedido, durante las horas más dramáticas luego del impacto contra el iceberg, un buque finlandés dedicado a la caza ilegal de focas y ballenas estaba acercándose para ayudar en los rescates. Pero el capitán del Samson, luego de observar las bengalas del Titanic, creyó ver que la Guardia Costera de los Estados Unidos estaba tras ellos para incautar su cargamento. El barco ballenero transitaba desde Canadá aguas norteamericanas sin permiso y traficando pieles de focas. Días después llegaron a la costa de Islandia y supieron sobre la magnitud de la tragedia que habían dejado atrás sin ayudar. La tripulación, sabiendo que hubieran podido salvar a los pasajeros, realizaron un pacto de silencio que duró medio siglo. Henrik Naess, capitán del Samson, confesó la verdad cuando estaba agonizando.

 

 

 

 

 

 

 

Por otra parte, se supo que había quienes conocían en verdad que de persistir esa situación, la mitad de los pasajeros y casi toda la tripulación, perecería en las aguas heladas del Atlántico, ya que a bordo había menos de la mitad de los botes salvavidas necesarios para semejante monstruo de los mares. E íntimamente, los oficiales a cargo del operativo de emergencia, sabían que deberían actuar con frialdad, pero también con una inhumana brutalidad. Fue así como varios testigos vieron cómo con hachas le cortaban las manos a quienes quisieran trepar a los botes salvavidas ya en el agua y con pasajeros para poder sobrevivir. Preocupados porque el abordaje intempestivo de quienes nadaban desesperados pudiera hundir las embarcaciones, los marineros que conducían las balsas debían amputar de un golpe las extremidades de quienes pretendiesen subirse.

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