Un control policial realizado en una ruta cerca de la ciudad de Lamezia Terme, por parte de la policía italiana destapó un dramático caso de esclavitud y abusos sexuales, cuando los efectivos quedaron indignados de las condiciones de higiene de un nene de 9 años que viajaba en un auto con un hombre y pidieron ver a la madre y sus condiciones de vida. El hombre los llevó hasta su casa y lo que desconocían hasta ese momento, era el horror que se vivía en esa vivienda.
El sujeto condujo a los uniformados a una cabaña destartalada en las afueras de la ciudad de Gizzeria, en la provincia calabresa de Catanzaro, y en un sótano colmado de basura encontraron a una nena de 3 años y a una mujer de 29 años.
La joven, que se encontraba encadenada y era abusada desde hace 10 años por el hombre, había llegado de Rumania a los 19 años para cuidar a la novia del hombre, que estaba enferma. Cuando ésta murió comenzó su calvario. El hombre la mantuvo encerrada, primero en un departamento y luego en el sótano, donde la sometió a todo tipo de tormentos. Producto de los abusos nacieron dos hijos, en medio de la suciedad y sin asistencia médica.
Los ataques sexuales ejecutados por el hombre de unos 50 años, se realizaban diariamente frente a los ojos de los pequeños, mientras la víctima se encontraba encadenada a una precaria cama, donde la torturaba desde hace una década. Según dio a conocer un medio internacional, el mayor de los niños hasta había sido obligado a participar de las torturas a su madre.