Adrián Rothlisberger y Humberto Vilte formaban parte de algunas de las listas de tripulantes del ARA San Juan que se difundieron horas después de la desaparición del submarino, hace ya nueve días.
Sus nombres fueron difundidos a través de las redes sociales junto a los de sus 44 compañeros y fueron incluidos en cadenas de oración y a sus familiares les llegaron miles de mensajes de aliento. Sin embargo, tanto Humberto como Adrián se encuentran fuera de peligro, ya que los dos se bajaron del submarino horas antes de que zarpara al puerto de Ushuaia, publica Clarín.
Vilte, nacido en Jujuy, pero residente en Mar del Plata desde hace dos años, estaba por subirse a la nave cuando supo que su madre había sufrido un problema de salud, por lo que se encontraba internada en grave estado, por lo que “Beto” pidió un permiso especial para excusarse de la misión, el cual no sólo le fue concedido, sino que además le pagaron el traslado hacia la norteña provincia, tomando conocimiento allí de la desaparición del submarino.
Tras esto, Vilte regresó hacia Mar del Plata acompañado por otros tripulantes jujeños. Aún aguarda las novedades sobre el paradero de sus colegas.
Ayer, minutos después de que el vocero de la Armada comunicara en conferencia de prensa que el día de la desaparición se detectó una explosión en la zona de búsqueda, Vilte subió a su Facebook una imagen del escudo del ARA San Juan con un crespón negro.
Entre los comentarios de apoyo de sus familiares y amigos hay dos que se destacan. “Beto, agradezco a Dios y las circunstancias que por lo menos vos no hayas estado embarcado. Por lo demás van mis condolencias para las familias de aquellos que permanecerán en eterna patrulla. Un abrazo”, le escribió Mario Gallardo; mientras que Roxana Díaz le dedicó: “A pesar del dolor que nos produce lo sucedido agradecemos los que te conocemos que no hayas estado en el submarino. Esa lista que circulaba que a muchos preocupó al ver tu foto y tu nombre por suerte fue un error. Cariños y fuerza”.
Rothlisberger, en tanto, es de Villa Ángela, Chaco, tiene 26 años y hace ocho años que integra la Armada. Según declaró a medios chaqueños su madre, Sandra Álvares, Adrián no subió al submarino “por cuestión de segundos”.
“El jefe de Adrián le había solicitado que realice una serie de trámites para él. Eso le demandó gran parte de su tiempo, así que lo terminaron liberando del viaje. Ya tenía sus cosas listas y lo bajaron momentos antes de subir”, agregó Álvares.
La semana pasada, al empezar a circular la noticia de la desaparición del submarino, Adrián le pidió a su mamá que lo acompañara en el difícil momento. Ella viajó desde Villa Ángela hasta Mar del Plata, donde su hijo vive, para estar con él y el resto de los familiares de los 44 tripulantes.
