Mario Agustín Soria salió el lunes pasado a las tres de la tarde con destino al río Dulce con tres de sus amigos. Previamente, el joven de 19 años, quien se domicilia en el barrio Primera Ampliación del barrio Borges, le pidió a su padre policía, quien desempeña tareas como salvavidas del Grupo Especial de Rescate (GER), las cañas de pescar y dinero.
El sargento primero Miguel Ángel Soria se fue a trabajar y en la casa no quedó nadie. El efectivo vive solo con su hijo desde hace 9 años, ya que su esposa falleció en la vivienda luego de que sufriera un infarto.
Ayer, alrededor de las once de la mañana, cuando el policía llegó a su domicilio, tras cumplir con su tarea en el GER y realizar servicios adicionales de seguridad, uno de los amigos se acercó y le dijo que Mario había desaparecido de la superficie del río el lunes.
A partir de ese momento, los colegas de Soria iniciaron la búsqueda del joven en las aguas del Dulce, a la altura del barrio Aeropuerto.
Por orden del fiscal Julio Carmelo Vidal, la Policía entrevistó a los tres amigos y habrían brindado al menos dos versiones sobre el momento que ocurrió el hecho. Uno dice que estaban en la orilla consumiendo bebidas y el muchacho cayó al agua, tras lo cual se ahogó, mientras que otro afirma que se estaban bañando cuando Mario desapareció de la superficie, revelaron fuentes del procedimiento.
El Dr. Vidal dispuso la búsqueda por el cauce del río y por el monte aledaño. El rastrillaje finalizó anoche y aún no encontraron al joven.
“No creo que mi hijo se haya ahogado porque sabía nadar”
El sargento primero Miguel Soria no puede ocultar las lágrimas. En su carrera, rescató decenas de personas que casi murieron ahogados y también tuvo que ubicar cadáveres debajo del agua. Por eso, no puede creer que justamente él esté viviendo el mismo drama.
“No creo que mi hijo se haya ahogado porque él sabía nadar”, afirmó el policía a Nuevo Diario. “Me parece todo raro; sus amigos dicen que desapareció en el río el lunes y recién hoy me vienen a avisar lo que había pasado”, señaló con impotencia y dolor. No obstante, según uno de los jóvenes —de entre 19 y 21 años—, anteayer le habría avisado a una familiar de Mario.
“Dudo que sus amigos están diciendo la verdad, porque entre ellos se contradicen (sobre cómo sucedió el hecho)”, reveló. En este sentido, el policía sostuvo que su hijo había mantenido “algunas peleas” con los jóvenes en otras ocasiones.
“Lo estamos buscando y tengo la esperanza de hallarlo”, reveló entre lágrimas.
