Douglas Haig fue siempre la sombra negra de Central Córdoba. Le ganó siempre, de local o visitante, sea por la clasificación al dodecagonal del antiguo Nacional B, por el descenso de la B Nacional o en el reducido del viejo Argentino A. Siempre el “Milan de Pergamino” se vestía de verdugo del “ferro” y le amargaba la existencia. Bueno, amigo, eso se acabó.
Ayer Central consiguió un triunfazo de visitante, por 2-1, sobre la hora, con goles de Alexis Ferrero y Diego Jara. Horacio Martínez había puesto la transitoria igualdad. El equipo de Coleoni ahuyentó a los fantasmas y se puso el traje de candidato.
El partido
Fiel a su costumbre, Central comenzó asumiendo el protagonismo, manejando muy bien la pelota en el medio y siendo punzante arriba. El “ferro” atacaba por los costados, con Pato desequilibrando a su marcador por derecha y Bucci llegando con centros peligrosos por izquierda.
Douglas no encontraba el balón y, cuando lo hacía, lo perdía muy rápido por la buena presión que metía el equipo de Coleoni, encabezada por Emanuel Romero.
Central jugó todo el primer tiempo en campo rival, a tal punto que su defensa estaba parada casi en la mitad de la cancha. Tenía todo controlado el “ferro”, sólo le faltaba llegar con mayor profundidad. Y en los últimos quince minutos lo hizo. Primero fue con un cabezazo de Pato, tras centro de Bucci, que se fue cerca. A renglón seguido, un centro de Matías que le devolvió gentilezas al ex San Martín de Tucumán quien, con un cabezazo de pique al suelo, con un Barucco vencido, se perdió de manera increíble el primero. Y luego, otro centro de Pato, que rebotó en las piernas de un defensor y que casi lo aprovecha Palacios Hurtado, pero el golero Barucco llegó primero con las piernas para despejar el peligro.
Cuando nada lo hacía prever, Douglas casi llega al primero a los 35, tras un tiro libre. En una segunda jugada, un centro, Frágola la bajó muy bien de cabeza y el “Tanque” González remató de zurda desde el punto del penal. El balón dio en el palo derecho de un vencido César Taborda. Hubiese sido inmerecido el gol del local, por lo hecho por uno y otro.
Pero la justicia llegó a los 43 minutos, luego de un tiro libre desde el costado ejecutado por Alfredo Ramírez, Romero ganó de cabeza y Alexis Ferrero aprovechó la ocasión para, de cabeza, mandar el balón al fondo de la red. El merecido gol “ferroviario” llegó de “manera sucia”, en una jugada con muchos rebotes, pero fue totalmente merecido.
Segundo tiempo
El local salió con mucha enjundia en el segundo tiempo y antes de los dos minutos de juego tuvo una clarísima ocasión para igualar. Desborde de Arismendi por izquierda, mal rechazo de Sánchez que cerraba, la dejó en el medio del área, remató González y Taborda la manoteó de manera poco ortodoxa. El balón rebotó en el travesaño y se salvó el “ferro”. A los 12, tras un pelotazo largo, Martínez quedó cara a cara con Taborda, pero el “uno” se quedó con el mano a mano en otra clara acción para el local.
Central reaccionó dos minutos después con un remate bajo de Vella (ingresó por Pato) que Barucco controló sin dar rebote.
Estaba claro que Central no era el mismo del primer tiempo, que jugaba retrasado y esperaba meter una contra. Por su parte, Douglas iba con muchas ganas y buscaba por afuera y por adentro con todo. Y a los 24 minutos llegó el empate. González le ganó por derecha al “Kichu” Díaz y Horacio Martínez la mandó a guardar con una acrobática acción para el 1-1.
La defensa de Central hacía aguas en ese lapso del partido y González primero y luego Martínez (gran tapada de Taborda) después, se perdieron el segundo para el local.
A los 33, Bucci habilitó a Vella, quien definió por arriba del travesaño, en una clara chance para el visitante.
Y a los 44 minutos, Jara inició la contra en su área, combinó con Vella por derecha y fue a buscar la devolución, recibió dentro del área y ahí sacó a relucir toda su jerarquía para definir en el segundo palo de Barucco. Golazo. Dos a uno. Clink caja.
