Es una de las modelos con mejor figura de nuestro país y cuenta con algunos secretos para mantener su escultural cuerpo. Pero también de lo traumático que es privarse de uno de los mayores placeres y al cual considera su perdición.
"Las facturas son mi perdición, pero son lujos que no me puedo dar en medio de una campaña", asegura Julieta Prandi (36) en plena sesión de fotos para una reconocida marca de lencería.
Es que la rubia de 1,73 metros mantiene sus perfectas medidas: 90-58-90 a base de dedicación, esfuerzo y por supuesto, una pizca de genética. "Voy tres veces por semana a Iobella donde hago gimnasia dentro de una cápsula –con calor para las que quieren reducir, pero yo no lo hago porque sólo quiero tonificar–. Después de la clase intercalo con aparatología no invasiva: drenajes, electrodos para darle velocidad al delineado del cuerpo y radiofrecuencia para aportar colágeno y tensar la piel, sobre todo en la zona del abdomen después de haber sido mamá", revela la modelo y conductora, madre de Mateo (6) y Rocco (2).
