Sergio Maciel y Verónica Cordary se habían separado hace unos meses, luego de convivir en un departamento de Berazategui. En ese mismo lugar el domingo por la tarde el hombre esperó a que llegara su ex mujer. Ni la restricción de acercamiento que había ordenado la justicia, ni los cuatro hijos que unía a la pareja, impidió que se hiciera presente en el lugar y esperara la llegada de Cordary para recibirla con 16 puñaladas en el abdomen.
Poco después de haber asesinado a la mujer, una oficial de policía de 37 años, el sujeto que se desempeñaba como camionero apareció ensangrentado en la comisaría de la zona para confesar el crimen.
La víctima había denunciado a Maciel al menos dos veces por "lesiones y amenazas" y el ahora imputado tenía vigente una restricción perimetral por sus antecedentes por violencia de género. Eso no impidió sin embargo que encontrara la forma de acceder a la vivienda cuando no había nadie y esperara a su expareja con la única intención de matarla.