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Opinión

Dengue, la lucha empieza por casa

En nuestra provincia, la mayor cantidad de casos se registró en 2009. Desde ese momento se procuró intensificar las acciones de prevención y concientización.

A medida que se aproxima la época estival, no sólo comienzan los días más calurosos sino que esto viene acompañado con la presencia masiva de los “molestos” mosquitos.

 

Es común escuchar el pedido “desesperado” de los vecinos por más fumigación en los barrios, pero a nivel sanitario surge la preocupación por el dengue, la enfermedad viral trasmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti.

 

Cada año se renuevan las campañas de sensibilización y lucha contra el dengue, a lo que hace unos años se sumó también el zika y el chikungunya. Pero más allá de los trabajos que desde los organismos del Estado se implementen para evitar esta enfermedad, es importante el aporte de cada uno de los ciudadanos. 

 

En nuestra provincia, la mayor cantidad de casos se registró durante el 2009 y desde ese momento en adelante se procuró intensificar las acciones de prevención y concientización.

 

El contagio del dengue sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona y la mejor forma de prevenirlo es eliminar todos los criaderos de mosquitos. Hasta el momento no existen vacunas que puedan prevenir el dengue y la fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. 

 

Por eso resulta indispensable la concientización, entender que la lucha empieza por casa y que si entre todos colaboran será más factible hacerle frente a esta problemática.

 

Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría están en los hogares y generalmente no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados o bien evitar que dentro de éstos se acumule agua.

 

Otras medidas que son indispensables que se deben realizar en las viviendas son: evitar arrojar recipientes o basura en lugares como patios, terrazas, calles y baldíos, en los que pueda acumularse agua. Mantener el patio o jardín desmalezado y destapar los desagües de lluvia de los techos. Ordenar los recipientes útiles que puedan acumular agua, poniéndolos boca abajo o colocándoles una tapa. Mantener tapados los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua. Eliminar el agua de los platos y portamacetas, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de tu casa.

 

Desde los organismos estatales, sobre todo desde el área de Salud, se implementan campañas de sensibilización con entrega de folletería en los barrios, pero de nada sirve recibir esos llamativos y coloridos “papelitos” si ni siquiera se los lee y mucho menos se pone en práctica lo que se indica en los mismos.

 

Si se destinara un tiempo a mantener en condiciones el entorno en el que vivimos, será más fácil que las acciones gubernamentales lleguen con más intensidad y sean más concretas. Incluso permitirá que nuestro espacio esté libre de los “molestos” mosquitos y nuestra familia esté protegida.

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