Internet se va perfeccionando y con él se reinventan las modalidades delictivas. Los ilícitos que antes llevaban meses de planificación, hoy se ven facilitados por la red cibernética, con sus innumerables aplicaciones. “Algunas de las modalidades más comunes en la provincia comienza por una publicación o mensaje en Facebook, en el mismo una agencia desconocida promociona un paquete muy conveniente de autos, cuyos modelos y precios resultan atractivos”, determinó el Dr. Fernando Paradelo, juez de Control y Garantías.
Según explicó el magistrado, los interesados depositan dinero en una cuenta bancaria. “De esta manera, estafan a las personas, pues como toda la transacción se realiza a la distancia, es difícil identificar al responsable”, aseveró.
“Otro caso muy común está relacionado con la venta de cosméticos o ropa. Una vez depositado el dinero en la cuenta, el damnificado se encuentra con que su compra no es la esperada, sino que fue sustituida por productos de mala calidad y hasta por piedras”, manifestó el profesional. Otra forma de estafa es cuando la víctima recibe un mensaje por Facebook o a su celular. En el mismo se le comunica que es ganador de un auto o una suma de dinero, pero para recibir el premio debe depositar una suma de dinero para gastos administrativos. “Cuando pasa el tiempo y el premio no llega, el individuo comprende que ha sido estafado”, agregó el juez.
Expertos realizan las investigaciones
La División de Delitos Económicos y otras áreas especializadas son los organismos encargados de investigar en este tipo de infracciones. Esto se hace indagando en la cuenta de los estafadores, como correos electrónicos de donde provienen, dónde fue creada la misma, el código IMEI de los equipos desde donde se operan las estafas y su posible ubicación satelital.
Dicho organismo recomienda que toda compra que se deba realizar por Internet, se haga por aquellos sitios de confianza, donde se puntúan a los vendedores por su cumplimiento y donde el pago no se realiza de manera oficial hasta que el comprador no aprueba el producto. “En muchas ocasiones se envían oficios al correo suspendiendo los pagos por esos productos, recomendando que ante la más mínima sospecha de posible estafa, el producto se abra en el recinto, frente al comprador”, finalizó el Dr. Paradelo.
