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La Provincia Melina y Andrea, una historia de amor sin límites

Recibió un riñón de su hermana, tras luchar 25 años contra una enfermedad

El trasplante fue exitoso y se realizó ayer en el Sanatorio Allende de Córdoba.

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Crédito: Andrea y Melina se encuentran en perfecto estado.

Desde los cinco años Melina Castellanos —hoy, de 30— lucha contra una insuficiencia renal que fue deteriorando su salud en forma paulatina, hasta llegar a necesitar un trasplante de riñón para poder seguir viviendo.

 

Su entereza para sobreponerse a cada etapa de la enfermedad fue sostenida por su familia oriunda de Villa Atamisqui, en especial por sus hermanos con los que se instaló hace algunos años en el barrio San Germés de nuestra ciudad. Justamente ellos, no dudaron ni un minuto en hacerse los estudios de compatibilidad para que el trasplante pudiera hacerse realidad.

 

Y aunque ambos podían convertirse en donantes, fue Andrea (27) la que decidió someterse a la intervención que se concretó ayer en el Sanatorio Allende (Córdoba). “Más unidas que nunca”, posteó “Meli” antes de ingresar al quirófano con su hermana. En esa frase se resumen todos los sentimientos que atraviesa la familia Castellanos, luego del éxito del trasplante. “A partir de ‘Meli’, hemos tomado conciencia sobra la importancia de la donación de órganos, y estamos muy agradecidos a todos los que nos han acompañado”, señaló Aurelia Paz, madre de las jóvenes.

 

Agradeció a la Asociación Atyvse

 

“La Asociación Trasplante y Vida (Atyvse) nos ha orientado y ayudado muchísimo en este camino. Por eso, estamos totalmente agradecidos”, añadió Aurelia, en diálogo con Nuevo Diario. Dijo que sólo le quedan “palabras de agradecimiento a los amigos, y conocidos de la familia que nos han estado acompañando”.

Ella se encuentra en Córdoba, junto con su esposo Dardo Castellanos, su hijo menor, una hermana y su cuñado. “Estamos felices de que todo haya salido bien”, dijo.

 

UNA CAMPEONA

 

A pesar de enfrentarse a constantes controles y tratamientos, Melina, continuó con su vida y se puso a estudiar el profesorado de Tecnología. “Estaba a punto de terminar su residencia, pero su salud ha dicho basta”, contó su madre.

 

Se sobrepuso a todas las dificultades, y “lo seguirá haciendo”, reflejó Aurelia.

 

Ayer, alrededor de las 15, les dieron el informe que todos esperaban. “Ambas están bien, sólo que debemos esperar 48 horas para saber cómo evoluciona ‘Meli’, y poder verla. A Andrea, la vamos a ver ahora (por ayer)”, dijo emocionada la madre de las jóvenes. Respiran aliviados, mientras “Meli”, libra la batalla por la vida.

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