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La Provincia Fiesta chica en honor al Señor de los Milagros

Miles de devotos del ???Cristo Forastero??? en Mailín

En la homilía, monseñor Enrique Ossola llamó a ???estar unidos??? y que ???la política no nos divida???.

(Enviados especiales). La fiesta chica en honor al Señor de los Milagros de Mailín se vivió con mucha emoción en una Villa que recibió aproximadamente 30 mil fieles que llegaron desde diferentes puntos de país.

 

Ungidos por la fe, devotos del “Cristo Forastero” llegaron a la localidad ubicada en el departamento Avellaneda para pedir o agradecer.

 

Ayer, la misa central comenzó a las 10.30, y fue presidida por el obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola y concelebrada por el rector del santuario, padre Rubén Lassaga y sacerdotes invitados. Posteriormente se realizó la procesión.

 

En su homilía, el obispo señaló: “Estamos marcados por el misterio de la cruz. La entrega de Jesús la transforma en santa, a partir de la cruz hay una vida nueva y Jesús lo demostró”.

 

“A veces la cruz marca nuestro hogar nuestra familia, la muerte de un ser querido, la enfermedad, la falta de trabajo, la falta de diálogo, también marca nuestra sociedad con sus divisiones y desencuentros. Ahora que se aproxima una contienda electoral no hagamos que la política nos divida como personas, los que pensamos distintos somos necesarios y necesitamos complementarnos, hay que estar unidos”. “La cruz está presente en la mayoría de nuestros hermanos a través de la pobreza, la injusticia, la marginación, hay mucho de eso en nuestro país y el mundo”.

 

Pedir y agradecer, intenciones de los peregrinos

 

Miles de peregrinos llegaron a Villa Mailín para llevar sus intenciones al “Cristo Forastero”. Ramón Gallo del Bº Villa Borges de ciudad Capital, llegó al santuario —acompañado de sus hermanos, cuñada y sobrinos— para pedir por su familia y trabajo, ya que hace días atrás quedó desempleado.

 

Nilda, también de ciudad Capital del Bº Santa Lucía, llegó junto a su nieta Luciana, para cumplir su promesa. “Yo tenía cáncer de mama, le pedí al Señor de Mailín y hoy está todo bien, por eso vine a dar gracias”, señaló la mujer, un tanto emocionada.

 

“El santiagueño vive la fe alegremente”

 

En diálogo con Nuevo Diario, monseñor Enrique Martínez Ossola, se refirió a cómo lleva sus primeros días en la provincia: “Me han recibido bien, yo digo que es un valor de la fe porque no me conocen y sin embargo me manifiestan afecto y cariño por lo que represento. Normalmente a un desconocido uno lo estudia, lo analiza y aquí me abren el corazón, me abrazan, me besan, y uno lo nota genuino, no es el saludo formal o fingido”.

 

“Los santiagueños son particulares, viven la fe alegremente, tiene expresiones de canto, de danza, una manifestación muy activa”, acotó. Por otra parte, de cara a las próximas elecciones, pidió sentido común, “no considerar al que piensa distinto como enemigo, sino como adversario, hay que respetar al que hace la contra, necesitamos de los polos adversos, la variedad de opciones para elegir, para caminar y aceptar lo que decide la mayoría y seguir, no porque haya perdido una elección tengo que transformarme en enemigo, desearle que le vaya mal”.

 

 

 

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