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El País Campaña

Cambiemos inicia la campaña con la aspiración de derrotar a Cristina

La coalición comenzó la segunda fase de la campaña para las elecciones del 22 de octubre con la aspiración de sumar a Santa Fe, Chubut y Tierra del Fuego.

La coalición Cambiemos comenzó la segunda fase de la campaña para las elecciones del 22 de octubre con la aspiración de sumar a Santa Fe, Chubut y Tierra del Fuego a la decena de provincias en las que ya triunfó en las PASO y apuntar los esfuerzos a ganarle el primer lugar en los cargos al Senado en la provincia de Buenos Aires a la expresidenta Cristina Kirchner, de Unidad Ciudadana.

 

En su primera elección general desde que es gobierno, el frente Cambiemos tuvo el viernes pasado una puesta en común en Parque Norte, con una cumbre que congregó a los jefes de campaña de las 24 provincias y del comando nacional, además de gobernadores, ministros y legisladores.

 

Desde la cúpula del oficialismo explicaron que, ante todo, la prioridad será "mantener y consolidar lo obtenido", que representa el 36 por ciento de los votos válidos de las primarias abiertas del 13 de agosto pasado, pero además, ir por los votantes "no sólo massistas, sino también del kirchnerismo, y pelearle sus bastiones de voto duro".

 

Sin embargo, y con la mira puesta en mejorar no solo la correlación de fuerzas en Diputados y el Senado, sino también en el impacto simbólico de un triunfo más amplio, el gobierno aspira a incorporar a otras provincias a los distritos ganados, además de Córdoba, Corrientes, Jujuy, Capital Federal, Mendoza, La Pampa, Santa Cruz, Entre Ríos, San Luis y Neuquén.

 

Ante todo, el foco estará puesto en el distrito más grande del país. La provincia de Buenos Aires representa el anhelo mayor porque allí el oficialismo compite con la boleta que lleva a Cristina Kirchner, quien superó por 0,4 por ciento a Esteban Bullrich en la carrera por el Senado (empardaron en 34%), aunque Unidad Ciudadana perdió por 2 puntos en la lista para diputados nacionales.

 

Desde el PRO bonaerense informaron a Télam que la meta será disputar con mayor presencia territorial y "presencia del Estado" los llamados "votos duros" del cristinismo en las zonas más esquivas al oficialismo, ubicadas en el segundo y tercer cordón del conurbano: La Matanza, Merlo, Moreno, Almirante Brown, Lomas de Zamora y Florencio Varela, especialmente.

"Nos hacen falta 20.000 votos más", dijo la gobernadora María Eugenia Vidal el viernes pasado en el Foro de Intendentes de San Isidro, aunque desde el oficialismo aspiran a alcanzar los tres o cuatro puntos de diferencia.

 

Pero no solo Buenos Aires fue una joya casi conquistada; también fue así el caso de Santa Fe, provincia en la que las diferentes listas del kirchnerismo-PJ (concurrieron aliados) superaron a Cambiemos por apenas 0,7 por ciento, evitando así que al menos en las listas para diputados nacionales la Casa Rosada no se quedara con el récord de las elecciones de medio término que ostenta la UCR alfonsinista desde 1985, es decir, ganar los cinco mayores distritos del país.

 

Desde Cambiemos aseguran que Santa Fe (tercera provincia con mayor cantidad de votantes) finalmente dará un triunfo a la Casa Rosada y se basan en que muchos votantes del Frente Justicialista decrezcan por las diferencias ideológicas entre Agustín Rossi -quien ganó la PASO- y Alejandra Rodenas, una dirigente crítica del kirchnerismo que perdió la interna y ahora integrará la lista que encabezará el exministro de Defensa.

 

Consultado por Télam, el presidente de la UCR y jefe del radicalismo santafesino, José Corral, consideró que está "hoy más claro que el justicialismo es la opción de Cristina, con uno de sus principales ex olaboradores como candidato (Rossi). Esperemos que la gente vaya a votar y no nos encontremos el día después con que ganó el representante de Cristina en Santa Fe".

 

Desde despachos oficiales también buscarán hasta último momento persuadir de retirar su candidatura al concejal rosarino de la UCR, Jorge Boasso, quien conformó su propio frente al no poder acceder a internas en Cambiemos y obtuvo 92.000 votos que para el Gobierno fueron la causa de su segundo lugar.

 

Fuentes oficiales indicaron a Télam que la idea es intentar que Boasso se sume a Cambiemos en un cargo no legislativo y que renuncie a su candidatura por el frente Unite, aunque saben que es una estrategia con pocas posibilidades de éxito.

 

En cuanto a Tierra del Fuego, Cambiemos quedó a 1,5 por ciento del kirchnerismo (bajo el nombre de Frente Ciudadano y Social), y espera traccionar votos del frente Unir, que postula al ex radical Federico Sciurano, que obtuvo 14 por ciento, "pero en un escenario de polarización, esos votos pueden terminar llevando al triunfo" al macrista "Tito" Stefani. 

 

Respecto a Chubut, donde el kirchnerismo llegó a 32,9 por ciento, el oficialismo dasnevista a 26,9 por ciento y Cambiemos a 25,7 por ciento, desde la Rosada dejaron trascender que buscarán polarizar con el Frente para la Victoria "que se presentó con seis listas y es muy improbable que pueda retener todos esos votos".

 

En la Patagonia "no se va a polarizar con los partidos de los gobernadores sino con el kirchnerismo", explicaron a Télam voceros del Ministerio de Interior, en un guiño a los mandatarios provinciales de esa región, que salieron debilitados del escenario electoral.

 

Una provincia que podría dar la sorpresa es La Rioja. En diálogo con Télam, el candidato a diputado Julio Martínez (Cambiemos) aseguró que el frente oficialista "va a ganar porque se acabó la victimización del menemismo, que fue lo que lo hizo subir en las encuestas" (en alusión a los intentos legales de prohibir la candidatura de Carlos Menem a senador), y opinó que no es improbable un batacazo (a pesar de haber quedado ocho puntos abajo del peronismo).

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