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Policiales Nacieron con el avance de la tecnología

Grooming y sexting, más riesgos en Internet

La Red no sólo brinda beneficios, usado de manera irresponsable puede acarrear riesgos.

Es innegable que los avances tecnológicos han significado para el hombre un gran beneficio, porque las mayorías de sus transacciones son realizadas hoy de forma on line, desde operaciones bancarias, compras, ventas, entre otras. Sin lugar a dudas, la vida de las personas se ha vuelto más sencilla.

Pero como las caras de una misma moneda, Internet no sólo acarrea grandes beneficios, sino que usado de manera irresponsable, puede conducir a incontables riesgos.

Es en ese momento que la atención se centra en nuestros jóvenes, quienes parecen tener un amplio dominio de las nuevas tecnologías, pero sin el control adecuado. El uso o mejor dicho el abuso que hacen de las mismas son la principal causa del surgimiento de nuevas modalidades delictivas.

El ciberacoso también denominado acoso virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales para hostigar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa, pudiendo constituir en la mayoría de los casos un delito penal. Este implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través de los medios electrónicos, con la pretensión de causar angustia emocional y preocupación.

 

Objetivo de acosadores y “moda” en jóvenes

 

Hay dos modalidades que se han vuelto muy populares, ellas son el grooming y el sexting. Grooming (en español acicalar) son aquellas acciones deliberadas por parte de un adulto, de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet con el objetivo de obtener una satisfacción sexual. En otras palabras, son esas estrategias, acciones, maniobras o técnicas encaminadas a la obtención de imágenes de carácter sexual para terminar con un contacto físico.

Sexting (contracción de sex y texting) o conocido en español como sextorición, consiste en el envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. Comenzó haciendo referencia al envío de SMS de naturaleza sexual. Es una práctica común entre jóvenes, y cada vez más entre adolescentes. El envío de fotografías íntimas se ha vuelto una nueva “moda” entre los adolescentes y puede hacerse por distintos motivos: por diversión, porque lo pide otra persona, por impresionar o por imitar a una celebridad.

En el plano de lo psicológico esta modalidad pertenece a lo denominado “pulsión escópica”, que implica un juego de mirar, mirarse y ser mirado, representando un estímulo de la sexualidad.

 

Especificaciones sobre las acciones

 

Las personas que incurren en el grooming, es decir los acosadores de niños, tienden a perder el interés en el menor si éste no responde en las redes sociales, en ese momento que el agresor sencillamente busca a otra víctima, pues suelen añadir cientos de menores a sus contactos en las redes sociales y recorren la lista hasta dar con uno dispuesto a interactuar.

El objetivo es poder lograr un encuentro físico con el niño y para ello va a intentar conseguir imágenes muy íntimas con el fin de sobornarle.

En el caso del sexting, los jóvenes que envían las fotos normalmente no son conscientes de las graves consecuencias que pueden tener estas imágenes en un futuro próximo, no se imaginan que el destinatario pueda traicionarles y los principales riesgos a los que se exponen son: la humillación, el ciberacoso o ciberbullying o ciberhostigamiento, la sextorsión, pudiendo llegar a la explotación pornográfica en Internet, “donde las imágenes quedarán latentes como manchas indelebles”, según expertos.

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