Durante los primeros días de agosto, monseñor Vicente Bokalic, obispo de Santiago del Estero, junto con el hermano Cristian Viscardi a cargo del Centro de Día San Vicente, visitaron al papa Francisco en el Vaticano. El encuentro propició que el prelado santiagueño le cuente a Su Santidad la labor que realizan tanto en el Crease (Centro de Rehabilitación en Adicciones de Santiago del Estero), como en el Centro de Día San Vicente (barrio La Católica).
Sabiendo de la visita, los jóvenes que se encuentran en tratamiento, le enviaron una misiva al papa Francisco, y él les respondió con la calidez que lo caracteriza. “En cada situación, por difícil que sea, Jesús sale a nuestro encuentro y nos toma de la mano para poder vencer el mal con el bien. Para decir ‘no’ a lo que nos hace mal y nos hace sufrir, hay que decir ‘si’ a tantas otras cosas que son buenas y bellas: sí a la vida, al amor, a la familia; si a la educación, al deporte, al trabajo... Para pronunciar este ‘sí’ necesitamos la ayuda de los demás, que nos sostienen y animan con su presencia”, les dijo el Sumo Pontífice.
“Qué hermoso es el testimonio de los jóvenes que se esfuerzan por reconstruir su vida y se comprometen a ser un estímulo para otros”, los animó.
“Es un ejemplo que nos hace bien para que seamos prójimos con el que está necesitado y descartado.
Los tengo presentes en mi oración y los animo a seguir adelante, caminando con Jesús; Él nos da su gracia para superar la debilidad y contemplar el futuro con esperanza. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide con amor de madre. Y, por favor, les pido que no se olviden de rezar por mí”, concluyó su carta Francisco.
