La investigación había comenzado hace varios meses. La venta de drogas en el sector antiguo del barrio Mariano Moreno no se detenía con la llegada de la luz del día: la comercialización ilegal se concretaba a cualquier hora, sin ocultarse. Eso es lo que establecieron los seguimientos y las vigilancias discretas de los efectivos de la fuerza de seguridad que se infiltraron en uno de los complejos habitacionales más conflictivos de la ciudad Capital.
Ante las pruebas recolectadas, el juez federal subrogante, Fernando Poviño, ordenó allanamientos y detenciones de los dealers. Los procedimientos fueron realizados en conjunto entre personal de Gendarmería Nacional y la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía santiagueña.
Los uniformados ingresaron en forma simultánea en dos domicilios. En uno de ellos, ubicado en Patrocinio Díaz, entre Río Seco y Prof. Alsogaray, apresaron a cinco sujetos de 21, 23 y 30 años, y dos de 25.
Durante la requisa, secuestraron 70 gramos de marihuana y 22 de cocaína; parte de ellos estaban fraccionados para la venta. Asimismo, incautaron dos balanzas de precisión, tres teléfonos celulares y más de $ 36.000 en efectivo.
Otro de los allanamientos se concretó en una vivienda de Pedro Contreras del mismo barrio, donde apresaron a un hombre de 33 años. En el lugar secuestraron 37 gramos de cocaína, $ 3.500 en efectivo y de billetes de baja denominación, que sería producto de la venta, y un celular que será analizado para determinar la identidad del proveedor.
La investigación develó que se trata de una banda de dealers que comercializa drogas en el citado barrio y a clientes que llegaban desde el Tradición, Campo Contreras y América del Sur, entre otros.
