El teatro "Luna Park" es uno de los principales íconos culturales, artísticos y deportivos mas importantes del país, y es por ello que la noticia de la venta del legendario edificio causó todo tipo de opiniones y repercusiones. Pero principalmente de personalidades competentes en su dominio.
En este sentido se manifestó Jorge Bergoglio, ya que el Arzobispado de la Ciudad, recibió una oferta de compra de un grupo empresario para desarrollar un emprendimiento inmobiliario. Sin embargo, ante el pedido del papa Francisco, desde la entidad religiosa comunicaron que “no se vende”.
Una firma europea, de la cual no trascendió el nombre, reveló un real y concreto interés en la compra del estadio, por el que ofrecieron 45 millones de dólares, lo cual provocó una ola de tensión en la Iglesia y en el seno del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde el 2013, el popular edificio quedó bajo la administración de la Iglesia Católica, producto de una decisión de quien fuese en vida dueña mayoritaria de la sociedad propietaria. Ernestina de Lectoure falleció a los 95 años en febrero de 2013 pero antes dejó una constancia escrita y legal de su deseo: ceder en partes iguales a Cáritas y a la Iglesia la operación comercial del estadio, que quedó bajo el mando del Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires.
El Luna Park fue declarado monumento histórico nacional en 2007, lo que hace que su venta sea aún más difícil. Por lo que, cualquier decisión sobre el destino del estadio debe ser autorizado por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación e incluso debe dársele curso a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
