En las últimas horas, a la crisis política y social de Venezuela, gobernada por Nicolás Maduro, se le sumó la represión ejercida por las fuerzas del orden venezolanas sobre los manifestantes y detenidos, a quienes hoy la la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU) denunció de "maltrato" y "tortura" de forma "generalizada y sistemática".
"Hemos recibido informes creíbles de trato cruel inhumano y degradante por parte de las fuerzas de seguridad a los detenidos, que podrían ser definidos en varios casos como tortura", afirmó la portavoz de la Oficina, Ravina Shamdasani, al agregar que "estos no fueron casos aislados".
El organismo también afirmó que la destitución de la fiscal general de ese país, Luisa Ortega, es una muestra más de la ruptura del estado de derecho en Venezuela. "Está en la línea de lo que hemos estado denunciando, que el estado de derecho en el país se ha roto y la fractura se está ahondando", afirmó Shamdasani.
La representante de las Naciones Unidas explicó que tras intentar en vano que un equipo de investigadores pudieran tener acceso al país para poder investigar in situ sobre lo que está ocurriendo, el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, decidió enviar a Panamá un grupo de expertos que hicieron su trabajo a distancia.
"Las entrevistas realizadas sugieren que en Venezuela ha habido un uso generalizado y sistemático de fuerza excesiva y detenciones arbitrarias contra los manifestantes. Las conclusiones del equipo indican la existencia de un patrón de otras violaciones de derechos humanos", subrayó.
Según contaron los testigos, las fuerzas de seguridad, principalmente la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, así como los cuerpos de policía locales, "emplearon sistemáticamente la fuerza desproporcionada a fin de inspirar miedo, acallar a los disidentes y evitar que los manifestantes se reunieran".
