El cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", es ahora el grupo criminal más grande de México, después del debilitamiento del de Sinaloa, tras la detención y extradición a Estados Unidos de su jefe, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Este grupo, que surgió alrededor de 2010, es "el que más presencia tiene en mayor número de estados" de México. Después de la detención y posterior extradición de El Chapo se desató una guerra dentro del cartel de Sinaloa.
Los ojos ahora están puestos en esa nueva organización. Y una macabra noticia impactó en los últimos días. La Fiscalía de Tabasco, un estado al sureste del país, alertó sobre prácticas de antropofagia, o canibalismo, entre los rituales de los criminales locales.
Dos adolescentes que comenzaban su carrera criminal reconocieron que fueron obligados a comer la carne de una de sus víctimas como parte de un rito de iniciación del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que lucha por convertirse en la organización criminal hegemónica en México, de acuerdo a una investigación publicada por el diario El País de España.
La Fiscalía no quiso revelar información relacionada a los menores, de 16 y 17 años. Sí se sabe cómo ocurrió. El inicio de esta historia violenta fue el 22 de mayo. La tarde de aquel día un grupo de delincuentes llegó a una agencia de autos Villahermosa, la capital de Tabasco.
Los criminales atacaron el local disparando desde varias motos. Las cámaras de seguridad revelaron después cómo los delincuentes decapitaron viva a una de las cinco víctimas del ataque. A dos más los mataron primero y después les cortaron la cabeza y otros dos fueron degollados. Para coronar la sádica escena, los criminales dejaron en el sitio una manta con un mensaje firmado por el CJNG.
En un hecho posterior fueron detenidos 12 miembros de la organización, entre ellos los dos menores de edad. La Fiscalía pudo determinar, tras las indagatorias, que uno de aquellos cuerpos del ataque a la concesionaria había sido guardado en un freezer de una de las casas de la banda.
Los menores cortaron algunos trozos para comerlos. Una fuente de la Fiscalía confirmó a El País que los jóvenes criminales estaban drogados con “piedra (crack) y ácidos” cuando cometieron el atroz acto. Las autoridades también dijeron que los menores no mostraron arrepentimiento alguno tras el hecho.
A pesar de lo escandaloso, el caso no es nuevo en México. Grupos del narcotráfico como La Familia Michoacana y Los Zetas recurrieron al canibalismo como bautismo de fuego.
Un ex policía de Tamaulipas contó que un sicario originario de Guatemala reconoció haberse "fumado" a algunas de sus víctimas.
El asesino a sueldo, parte del sanguinario ejército de Los Zetas, reconoció en una declaración que las cenizas de los cuerpos de sus víctimas eran mezcladas con marihuana. “Eso lo empezaron a hacer los kaibiles [soldados de élite del Ejército de Guatemala] que llegaron con Los Zetas. Se fumaban el espíritu del muerto y su fuerza”, relató el ex agente.
